El traslado se hizo este domingo desde el Aeropuerto Internacional de Mitiga, situado en la capital, a bordo de un avión de la aerolínea privada Al Buraq tras completar los trámites oficiales en los centros de detención, explicó el responsable.
Los guardias fronterizos anunciaron hoy haber rescatado a más de 600 migrantes subsaharianos, incluidos mujeres y menores, en las dos últimas semanas en la frontera con Túnez y que se encontraban en un “estado deplorable”, resultado de las largas distancias recorridas en el desierto después de su expulsión por el país vecino.
Un día antes, revelaron haber recuperado el cuerpo de dos de ellos, que se suma a los cinco cadáveres encontrados la pasada semana, incluido un niño de corta edad.
La OIM y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) mostraron su profunda preocupación por “la seguridad y el bienestar de cientos de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en Túnez, que permanecen varados en condiciones terribles después de su traslado a áreas remotas y desoladas cerca de las fronteras del país con Libia y Argelia”.
A principios de julio cerca de 1.200 personas subsaharianas fueron expulsadas desde la ciudad tunecina de Sfax (centro-este), principal punto de partida de la migración hacia Europa, hacia las fronteras de Argelia y Libia, en zona de amortiguamiento sin acceso a comida, agua o asistencia.
Tras más de una semana, 600 personas que se encontraban en el lado libio fueron realojadas por la Media Luna Roja en centros de acogida de diferentes regiones del sur aunque cientos de ellas- cuyo nombre exacto se desconoce- continúan bloqueadas.
Human Rights Watch (HRW) ha instado a la Unión Europea, que firmó a mediados de julio un acuerdo migratorio con Túnez, a suspender su apoyo financiero destinado al control migratorio y advirtió que este país no es un refugio “seguro” al igual que Libia, donde se multiplican desde hace una década las denuncias por violaciones de derechos humanos en los llamados “centros de reagrupación y retorno”. EFE
Fuente: Swissinfo