Gaza sufre un estricto bloqueo impuesto por Israel desde 2007, cuando Hamás empezó a administrar el enclave de 362 km2 donde viven cerca de 2,3 millones de palestinos.
Energía precaria en los campos
Una parte de los habitantes residen en campos de refugiados tras haberse visto obligados a abandonar sus hogares después de la proclamación del Estado de Israel en 1948.
Jabalia es uno de esos campos, donde con los años se fueron construyendo edificios y tomando la apariencia de una localidad.
El aprovisionamiento eléctrico del enclave es irregular y los incendios domésticos son frecuentes, dado que los habitantes usan medios alternativos, como lámparas de petróleo, para cocinar o iluminar sus casas.
Gaza recibió este año un promedio de 12 horas de electricidad diaria, frente a solamente siete horas hace cinco años, según datos de Naciones Unidas. En invierno, los riesgos aumentan por el uso de carbón para la calefacción.