“Un migrante quiere dejar atrás la pobreza, el refugiado busca alejarse de la violencia”
Al continuar la firma de órdenes ejecutivas, el presidente Joe Biden abordó esta semana el tema sobre el número de refugiados que se aceptarán en Estados Unidos bajo las directrices de su política exterior.
En las oficinas del Departamento de Estado el mandatario demócrata anunció sus planes para que la cuota anual de refugiados aceptados en su país sea de 125.000, una cifra ocho veces mayor a la que estableció Donald Trump antes de concluir su mandato.
El republicano, para el año fiscal 2021, fijó una cuota de solo 15.000 refugiados, la más baja desde que la ley que regula la entrada de estas personas a EEUU entró en vigor en 1980.
Las promesas de campaña y firmas de órdenes ejecutivas en materia migratoria por parte del demócrata mantienen la esperanza de miles de migrantes en camino a Estados Unidos o varados en la frontera con México en conseguir el asilo para cumplir “el sueño americano”.
¿Cuántos de ellos son elegibles para el estatus de refugiados? y ¿Cuántos de ellos solo quedan como migrantes?, todo dependerá de las razones por las que abandonaron sus respectivos países.
La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, celebrada por las Naciones Unidas en 1951, define a un refugiado como una persona que se encuentra fuera de su país porque es víctima de persecución por motivo de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas.
En 1984, la Declaración de Cartagena señaló que refugiado es toda persona que ve amenazada su vida, seguridad y libertad por la violencia y violaciones de los derechos humanos.
Además, se incluyen conflictos internos, ocupación extranjera y otras situaciones que perturben el orden público en su nación.
Hasta el 2020, la Convención del Estatuto de los Refugiados ha protegido a más de 40 millones de personas refugiadas en todo el mundo, ya que en sus artículos se establece que no pueden ser devueltos a su país, expulsadas o sancionadas por falta de documentos migratorios.
Asimismo los refugiados tienen a su favor el principio de la unidad familiar, en todo momento se debe respetar su confidencialidad y no pueden ser sujetos a actos discriminatorios.
A diferencia de los refugiados, los migrantes salen de su país por voluntad propia, no forzados por una situación que viole sus derechos humanos, en búsqueda de una reunificación familiar, mejorar sus oportunidades educativas o encontrar un mejor empleo.
Los migrantes tienen la ventaja de que siguen recibiendo la protección de su gobierno sin importar en donde se encuentren, mientras que los refugiados están desamparados por las autoridades de su propia nación.
Otra diferencia es que los migrantes se deben apegar a las leyes migratorias del país que visitan, mientras que los refugiados pueden acceder a los procedimientos del derecho de asilo.
La Agencia de la ONU para los Refugiados establece que los migrantes por lo general salen de su país para dejar atrás la pobreza y los refugiados con las intenciones de alejarse de la violencia.
Fuente: periodicocubano
