Si bien los factores de exclusión son multidimensionales no se debe subestimar el peso de la emergencia humanitaria compleja.
La xenofobia institucional hacia el migrante venezolano se evidencia desde la imposición de visados hasta la militarización de fronteras. según denuncia @cimanewsdigital a través de su red social Twitter.
Destacan que con un flujo de personas que ya supera los seis millones, de migrantes forzados o refugiados, muchos países han visto llegar a poblaciones venezolanas numerosas, generando en muchísimos casos, dentro de las comunidades receptoras situaciones de xenofobia y restricciones institucionales.
Este es un fenomeno que escala desde los ciudadanos comunes hasta quienes ostentas cargos de relevancia, en las estructura de los Estados.
Hasta la fecha, los países que piden visa a los venezolanos se ha elevado a 98, de los cuales 22 corresponden a Latinoamérica.
Paralelo a ello las deportaciones desde otros territorios, como Estados Unidos, también se mantienen e, incluso, se han incrementado los casos de tratos violatorios de los Derechos Humanos, como lo ocurrido recientemente con Trinidad y Tobago.
“Los receptores sienten rechazo por quienes llegan y lamentablemente ocurren desde las formas más sutiles, que se le habla a una persona venezolana de forma diferente, se le niega un trabajo, o se le da un trabajo y no se le paga (…) hasta las formas más graves como los incidentes que hemos visto justamente en países como Chile, Colombia, Perú, donde ha habido actos violentos, en los que incluso se les han quemado sus pertenencias en plazas que usaban como lugar para dormir”, indica a Cima News Carolina Jiménez Sandoval, directora de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Sostienen que este fenómeno, conocido como «xenofobia social» ha pasado a ser más institucional o política, lo que es tremendamente grave.
Fuente: descifrado