El programa ‘Quédate en México’ -implementado por Donald Trump y muy criticado por organizaciones de derechos humanos- puede finalmente ser derogado por el presidente de Estados Unidos Joe Biden. “Es un primer paso para el restablecimiento de un sistema de migración que trate a las personas con la dignidad que cada una merece”, apunta el portavoz de Acnur en Estados Unidos en declaraciones a France 24.
No sin dificultad, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está a punto de clausurar otra puerta de la era Trump. El objetivo: dar a miles de migrantes la posibilidad de proseguir con sus solicitudes de asilo en suelo estadounidense y no del otro lado de la frontera, en un hostil México.
El lunes, un juez federal de Texas anuló la orden de restablecer el programa ‘Quédate en México’, lo que abre el camino a una supresión de la medida por parte del Ejecutivo de Joe Biden. Lo que se hará “de forma rápida y ordenada”, prometió el Departamento de Seguridad Interna (DHS), unas horas después de conocerse la decisión del magistrado.
“El programa tiene defectos endémicos, impone costos humanos injustificables y aleja los recursos y el personal de otros esfuerzos prioritarios para asegurar nuestra frontera”, agregó el DHS.
El anuncio del Gobierno de EEUU sobre el fin de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP) es un paso importante hacia la reconstrucción de un sistema de asilo humano y ordenado en la frontera México-EEUU. pic.twitter.com/4mrPMODkL6
— OIM México (@OIM_Mexico) August 9, 2022
¿Qué significa esa decisión para los migrantes que están pidiendo asilo a Estados Unidos? En la práctica, significa que a los que están esperando en México, se les permitirá entrar a Estados Unidos para sus citas judiciales. Además, no habrá nueva inscripción en el marco de ese programa.
Desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), este anuncio es “muy bienvenido”, y simboliza “un paso importante hacia la reconstrucción de un sistema de asilo eficaz y humano en esta frontera”, declara a France 24 su portavoz Chris Boian desde Washington.
Un primer paso cargado de ilusión
El programa ‘Quédate en México’, denominado oficialmente y de forma bastante engañosa ‘Protocolos de Protección al Migrante’ (MPP por sus siglas en inglés), fue lanzado en 2019 por el entonces presidente Donald Trump, como parte de su política de tolerancia cero hacia los inmigrantes.
Desde su lanzamiento, la iniciativa obligó a más de 65.000 solicitantes de asilo, -la mayoría de Nicaragua, Cuba, Colombia y Venezuela-, a volver a cruzar la frontera, donde esperan en condiciones miserables y a menudo peligrosas en ciudades fronterizas que hasta Estados Unidos desaconseja visitar a sus propios ciudadanos debido a la violencia.
En entrevista con France 24, la presidenta de la asociación ‘Ayudándoles a Triunfar’ contó cómo se vivió la implementación del MPP en la ciudad fronteriza de Matamoros: “Fue terrible. Matamoros no estaba preparada para recibir una migración de esta naturaleza. No había refugios para que las personas pudieran descansar, ni comer”. Glady Cañas menciona también “un sinfín de enfermedades que sufrieron tanto adultos como niños, por las condiciones insalubres de su hospedaje”.
Una realidad que podía extenderse meses o incluso años, mientras se procesaban las solicitudes de asilo, y que se encontró exacerbada en 2020 con la pandemia de Covid-19, que retrasó aún más el trabajo de la Justicia.
La lista de flagelos fronterizos que se plantean desde la asociación de Matamoros también incluye “una falta de seguridad, secuestros, drogas, prostitución… Por no hablar de las personas que siguen desaparecidas”.
‘Human Rights First’ documentó por su parte 1.544 casos de asesinatos, violación, tortura, secuestro u otras agresiones de migrantes devueltos a la frontera bajo el MPP, entre enero de 2019 y 2021.
Por otra parte, desde ‘Justice Action Center’, una organización que litiga a favor de los inmigrantes, precisan a France 24 que son estragos que perjudicaron aún más a “los migrantes indígenas, afro y LGBTIQ+”.
“Una catástrofe humanitaria masiva”
“Dado que la búsqueda de asilo es un derecho legal y humano, el MPP ha sido una catástrofe humanitaria masiva que ha costado vidas, e infligido un sufrimiento inconmensurable a personas, que ya de por si están huyendo para salvar sus vidas”, insiste Tasha Moro, la directora de comunicación de ‘Justice Action Center’.
“Por favor, recuerden que esto no es sólo un juego legal de ping-pong. Lo que está en disputa es el sagrado derecho de las personas que huyen de la violencia a estar a salvo y a pedir asilo como lo exigen nuestras leyes”, tuiteó su presidenta, Karen Tumlin.
And… the next chapter in this legal fight begins. The states of TX & MO have filed an amended complaint to challenge the propriety of the 2nd memo terminating the RMX program. They are also asking the court to "stay" agency action ending Remain in Mexico. /1 https://t.co/WPpyIM3YHa
— Karen Tumlin (@KarenTumlin) August 9, 2022
Es también una postura adoptada por Chris Boian, de la Agencia de la ONU para los Refugiados: el tener en cuenta que los miles de personas que se hacinan en estos campamentos improvisados tienen rostros y nombres. “Desde Acnur, no estamos diciendo que las situaciones de todas estas personas merecen asilo. No hay que confundir la petición de asilo con la obligación de concederlo. Pero sí, todas tienen derecho a estar en un lugar seguro para contar su historia y ser escuchado”, insiste Boian.
Y el portavoz de Acnur insiste en recordar que entre estos migrantes “hay personas que necesitan protección internacional para sus vidas, porque están escapando de la violencia, la persecución o la guerra. Y para estas personas, la eliminación del MPP es crucial”.
Una victoria para Biden, más que para los migrantes
Esta es la segunda vez que se suspende esa medida. En efecto, poco después de asumir el cargo, Joe Biden intentó en febrero de 2021 cumplir su promesa de campaña de poner fin a la medida fronteriza como parte de lo que denominó un “enfoque más humano de la inmigración”.
Pero, en respuesta a una demanda encabezada por Texas, las Cortes obligaron a restablecer la medida en diciembre pasado, con el argumento del costo que implica el recibir a los migrantes por esta frontera. El caso acabó llegando al Tribunal Supremo, que el pasado 30 de junio le dio la razón al mandatario.
Sin embargo, aunque ese segundo intento de poner fin al programa MPP es una notable victoria legal para los migrantes, no supone un cambio de rumbo total de la política migratoria en la frontera.
Y los activistas insisten en que su supresión no significa que habrá un libre tránsito para los migrantes hacía Estados Unidos: “Las personas que se hubieran inscrito en el MPP serán ahora procesadas según los procedimientos normales de tramitación de la inmigración, es decir puestas bajo custodia o retenidas en un centro de detención de inmigrantes” en la mayoría de los casos, recuerda Tasha Moro de ‘Justice Action Center’.
Por otra parte, el anuncio del lunes no significa que las solicitudes se tramiten con mayor rapidez ni con menos minuciosidad: “Son procesos que llevan tiempo, y que requieren pruebas para defender sus solicitudes de asilo”, advierte Glady Cañas.
El ‘Título 42’, otra batalla de los activistas proinmigrantes
De hecho, el MPP no es actualmente el único obstáculo para los migrantes hacia suelo estadounidense. En la actualidad sigue vigente, por ejemplo, el llamado ‘Título 42’, que permite a las autoridades fronterizas expulsar a los inmigrantes sin darles la oportunidad de solicitar asilo en territorio estadounidense. Esa política se implementó también en la era Donald Trump, con el objetivo, supuestamente, de limitar la propagación del Covid-19, “cuando la experiencia nos ha demostrado que la protección de la salud pública y la protección de los derechos humanos de los solicitantes de asilo no son incompatibles”, expone Chris Boian.
Para ‘Justice Action Center’, “acabar con el ‘Título 42’ es el siguiente paso crucial para restaurar nuestro sistema de asilo a lo que era antes de la Administración Trump”.
En conclusión, “esta supresión del programa no responde per se a las necesidades más amplias de los desplazados de esta región” nos dice el portavoz de Acnur. “Pero crear condiciones sostenibles para que las personas dejen de verse obligadas a huir de sus países, abordar los retos de la migración en general, y del desplazamiento forzado en particular, por supuesto, no va a suceder de la noche a la mañana”.
Por el momento, tanto Acnur como ‘Justice Action Center’ están a la espera de obtener más detalles sobre lo que significará exactamente el fin del ‘Quédate en México’ en la práctica. Sin embargo, en Estados Unidos, la decisión ya ha despertado el debate de cómo puede afectar al ya asediado sistema migratorio mexicano, sobre todo a escasos meses de las elecciones de mitad de mandato, donde seguro la migración será uno de los temas fuertes de campaña.
Fuente: France 24