Imagen de archivo de un campo de refugiados en Chad. |
El Alto Comisionado de ACNUR, Filippo Grandi, ha manifestado que los recursos con los que cuentan los gobiernos anfitriones y las organizaciones humanitarias “no son suficientes” para estabilizar a las poblaciones.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, ha informado de que el número de refugiados en el mundo ha alcanzado los 110 millones de personas, un nivel récord impulsado por los conflictos de Sudán, Siria, Ucrania, Etiopía o Birmania.
Además, ha advertido sobre el inicio de la guerra entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) e Israel como consecuencia de una ofensiva desde la Franja de Gaza.
“ACNUR no tiene el mandato de abordar las consecuencias humanitarias inmediatas y trágicas del conflicto palestino-israelí, pero está presente y activo en la región y está presente y activo allí donde la guerra obliga a la gente a huir“, ha recalcado Grandi en un comunicado.
En ese sentido, ha explicado que los conflictos han sido los principales causantes del desplazamiento forzado de millones de personas y que, ha medida que crecen, aumenta también las violaciones contra el Derecho Internacional Humanitario y que los civiles, al ser los más afectados, se embarcan en “arduos viajes” en los que “continúa su sufrimiento”.
Grandi ha manifestado que los recursos con los que cuentan los gobiernos anfitriones y las organizaciones humanitarias no son suficientes para estabilizar a las poblaciones a pesar de hacer todo lo posible al respecto.
Falta de financiación
El Alto Comisionado ha declarado que ACNUR tiene un déficit de 650 millones de dólares (unos 615 millones de euros), lo que impide al organismo brindar las necesidades humanitarias a los refugiados.
Grandi ha asegurado que las perspectivas para el próximo año son “todavía más inquietantes y peligrosamente bajas“. “Nunca había estado tan preocupado en mis casi ocho años en este cargo”, ha manifestado.
Además, ha advertido que las consecuencias de estos déficit financieros “son graves y afectan a los refugiados y desplazados”, además de que pesan en los países de acogida (que siguen siendo los principales donantes de refugiados).
“La falta de fondos ya ha provocado reducciones preocupantes en la ayuda alimentaria en Bangladesh y Jordania, así como en varios países africanos”, ha explicado, desvelando que esto ha originado un aumento de los movimientos de retorno en ciertos casos y de mecanismos de supervivencia negativos en otros.
Sin embargo, ha dejado claro que, pese a esta situación, ACNUR mantiene su compromiso de propulsar soluciones al desplazamiento. Desde principios de año, ACNUR ha respondido a 44 nuevas situaciones de emergencia en una treintena de países. La última emergencia provocó la llegada de 100.000 refugiados a Armenia desde Karabaj hace apenas unos días.
Fuente: lasexta