Por Paola Alemán
El Paso, Texas, es una de las fronteras con más encuentros (retenciones) de migrantes ilegales en los últimos meses. La Patrulla Fronteriza local recorre a diario los principales puntos limítrofes con México. Es así como detectan que, entre las miles de personas retenidas, existen ciudadanos chilenos intentando llegar al sueño americano.
La incidencia de la migración en Estados Unidos cedió, temporalmente, a causa de la pandemia. Pero, con las cifras del covid dando tregua, las de inmigrantes se disparan en la actualidad. Entre esas, las de El Paso, Texas, que también cuenta a miles de ciudadanos chilenos intentando cruzar hacia el sueño americano.
Ocurre en el último año fiscal que inició en octubre del año pasado y que, por estas fechas, da una idea a las patrullas fronterizas estadounidenses, de cómo cerrarán las estadísticas.
BioBioChile estuvo en esa que presume de ser una de las 5 ciudades más seguras para vivir en toda la Unión Americana, pese al tráfico de personas y al de drogas al otro lado de la frontera. Fue oportuno explorar cómo flanquea a lo que considera amenaza hacia su estatus (esa, será parte de una próxima entrega).
Lo principal, no obstante, era conocer los peligros a los que se enfrentan las nacionalidades que pretenden cruzar el enorme muro que protege a unos y desdeña a otros. Como a los viajeros de la lejana Sudamérica, incluidos los nacidos en Chile.
Sin embargo, junio fue un mes revelador. La Patrulla Fronteriza de El Paso, luego de concluida la visita, hizo llegar a nuestra redacción números que resaltan un indicador que ya era conocido en Chile, país considerado por cientos de miles de extranjeros un sueño por alcanzar y luego abandonado, por obvias razones.
Al llegar a El Paso, su nombre no hace honor a todo el que quiera recorrerlo a sus anchas. Un enorme muro de hierro, reforzado internamente de concreto, frena toda expectativa de la inmigración ilegal que procede de las zonas mexicanas Ciudad Juárez y Chihuahua. La primera, una de las ciudades mundiales más violentas de los últimos tiempos.
Es por eso que se vuelve un paso predilecto para los traficantes de personas, quienes deben lidiar, como en Laredo, con las bandas de narcos interfiriendo en su negocio de traficar con seres humanos a su antojo. También acá los migrantes pueden ser secuestrados y puestos en “Casas de seguridad” para extorsionar a sus desesperadas familias.
“Hemos visto y nuestras cámaras han grabado, como muchos de los coyotes han soltado a las personas desde esa altura para que caigan y para que ellos (traficantes) puedan escapar. Utilizan materiales hechizos como escaleras, los cuales utilizan para colgar a través del muro. Una vez que el migrante se encuentre en la parte superior del muro, es muy fácil que estas personas les quiten las escaleras cuando se sientan amenazados y simplemente los tiran hacia el otro lado de la frontera”, relata el agente de la Patrulla Fronteriza de El Paso, Claudio Herrera.
No importa la edad. La idea es dejarlos caer a su suerte al canal americano de riego, donde se ahogan, luego de ser arrastrados por fuertes corrientes.
“Hemos visto también varios casos de niños de apenas 4, 3, 5 años de edad, quienes han sido abandonados quienes han sido tirados a través del muro fronterizo para evadir un arresto”, aseguró Herrera.
De este lado de la frontera estadounidense, contabilizan 361 rescates en este año fiscal. 17 de estos, acuáticos. Pero sólo 2 personas fueron rescatadas con vida. Las otras 15 se ahogaron en su anhelo de cruzar. En total, por tierra o agua, 37 muertos en lo que va del 2022, según confirmó el al agente Orlando Marrero a BioBioChile.
LOS REPORTES DE MILES DE CIUDADANOS CHILENOS PROCURANDO EL SUEÑO AMERICANO
En datos de la Patrulla Fronteriza de El Paso, son 69 nacionalidades las que intentan cruzar la fortaleza de hierro, desiertos y más, desde este lado de la frontera texana. Al pedir cuentas de eso, los agentes aseguraron que Chile no se encuentra en el “top 10”, pero sí entre la primera veintena de países intentándolo.
La supervisora de los uniformados, Valeria Morales, fue quien dio a conocer los datos en los que figuran miles de ciudadanos chilenos, plenamente identificados, por sobre venezolanos escapando del régimen de Nicolás Maduro.
“Primero estamos viendo mexicanos y luego, de Guatemala. Y luego, de Haití. Estamos viendo en este año muchos de Haití. Y luego de Cuba y Turquía. Pero también estamos viendo gente de otros países. Más de 69 países. Uno de ellos es Chile. Este año fiscal hemos visto más de 2.208 personas de Chile y de Venezuela, 495”.
Morales aclaró que de este lado de la frontera, los intentos de cruzar ilegalmente los protagonizan adultos, en comparación con menores de edad viajando solos o acompañados por sus padres.
Por lo anterior, le consultamos si los migrantes son personas que salieron de Chile rumbo a Estados Unidos o nacidos en este territorio sudamericano. La respuesta es reveladora.
“Gente que ha nacido, que nació en Chile. Los identificamos de donde nacieron, entonces, los 2.208 son gente que nació en Chile. Y lo que estamos viendo con los haitianos, es que muchos de ellos ya han tenido como 1, 2 o 3 años viviendo en Chile y trabajando allí antes de venir a los Estados Unidos. Entonces, cuando nosotros encontramos a alguien y lo ponemos en nuestro sistema, está en el sistema por el país en donde ellos nacieron”.
Sin embargo, estos últimos son registrados como ciudadanos haitianos, no como chilenos, aunque procedan del territorio.
855% DE INCREMENTO DE CIUDADANOS CHILENOS, INTENTANDO CRUZAR ILEGALMENTE
Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) tiene números en su poder que reflejan el incremento de ciudadanos chilenos intentando cruzar por dos grandes y principales zonas: Northern Border (frontera Norte) y Southwest Border (frontera Sur de México).
Es en la última donde se evidencia el mayor incremento, comparado con la prepandemia. Un año después (2021) el coronavirus cedió el pasó a los migrantes, incluso desde Chile.
Entre las zonas a las que accedieron los viajantes, están Del Río, El Paso, Laredo, Río Grande (Bravo), San Diego y Tucson, que son parte de la frontera Sur, la cual comprende más de 3.000 kilómetros limítrofes entre la Unión Americana con el territorio mexicano.
Las cifras en ese sector establecen un 855% de incremento de ciudadanos chilenos que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos, siendo interceptados y debidamente identificados con su nacionalidad en los registros migratorios.
2021 y 2022 denotan semejante crecimiento. En el primero, el año fiscal cerró con 6.469 chilenos que ingresaron indocumentados. El periodo en curso aún no termina y en total, en la zona sur de la frontera ya contabiliza 4.907 (cifra actualizada), pero el año fiscal cierra en 3 meses más. Es decir en octubre.
La frontera norte de EEUU, es la que menos migrantes chilenos ilegales reporta, pero existen y tratan de cruzar por una zona más habitual cercana a Canadá (Buffalo, Detroit, Blaine,). 217 se reportan, en lo que va del periodo 2022.
LOS NIÑOS, CIUDADANOS CHILENOS, DE PADRES HAITIANOS
Son ya 177 mil encuentros (aprehensiones) con migrantes que registra esta Patrulla Fronteriza en este lado de Texas. A 3 meses para finalizar lo que denominan el año fiscal, la cifra ya augura un incremento, con relación al 2021, que cerró con más de 193.000, según datos oficiales.
En los registros, además de los 4.907 ciudadanos chilenos interceptados por las autoridades migratorias (en lo que va del 2022), más de 14 mil haitianos están entre los primeros en ser retenidos en el intento por cruzar ilegalmente la frontera, desde Ciudad Juárez o Chihuahua.
De ahí, que el año 2022 se perfile como uno de los que cerrará con más migración ilegal aprehendida en El Paso, además de otras fronteras utilizadas para alcanzar el sueño de vivir en la gran nación del norte.
Faltaba un detalle esclarecedor, o que al menos podría dar una idea de cuántos de esos ciudadanos chilenos en el sistema de la “Border Patrol” son hijos de haitianos, considerados oriundos de Chile.
Si bien, la mayoría de interceptados son adultos, la Patrulla Fronteriza local hizo llegar a BioBioChile otro dato que da cuenta de quienes también son considerados como ciudadanos chilenos, que intentan cruzar ilegalmente a EEUU.
“En el mes de junio, El sector de El Paso tuvo 11 encuentros con nacionales chilenos y 10 de los 11 fueron niños con nombres que parecen ser de origen haitiano. No se estableció ningún patrón más que los hijos de ciudadanía chilena salieron de Chile con sus padres haitianos viniendo a EE.UU.”, asegura la comunicación oficial, vía corre electrónico. Sin embargo, y pese a nuestra solicitud, se trata de datos de un mes.
Aún así, llama la atención que solo el mes pasado, el 90% de los interceptados sean ciudadanos chilenos, hijos de padres haitianos. Sin embargo, no debe perderse de vista que uno de ellos es adulto, natural de Chile, y que por algún motivo decidió cruzar 8 países para llegar a territorio estadounidense, tal cual lo hacen venezolanos, haitianos y más desde el subcontinente.
La historia, por uno o dos que se registren mensualmente, sin ser niños de padres haitianos, podría estar indicando algo más que números, en un sistema migratorio ajeno.
EL DESIERTO DE EL PASO, LAS CASCABELES Y LA PESADILLA
No importa la nacionalidad. Los peligros no discriminan a nadie a la hora de cruzar ilegalmente, a diferencia de las leyes y su gran centinela, el muro, que trata impedir el paso, en El Paso, y en otras fronteras de Estados Unidos.
La visita girada por la U.S. Customs and Border Protection (CBP), Centro de Información de La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, fue toda una apuesta comunicacional.
Los países que convergen en esta, través de sus periodistas, proceden de al menos 10 territorios de Latinoamérica, donde la migración ilegal es tema. Chile, por las cifras reveladas anteriormente, forma parte del esquema.
Reportar los peligros se vuelve tan imperativo, como agobiante, debido al calor seco y extremo, con temperaturas que a medio año alcanzan los 35 grados centígrados en El Paso, cerca de Santa Teresa.
El desierto no tiene piedad para quienes, si bien por este sector no cruzan mojados y amenazados por el río Bravo, sí lo hacen vapuleados por un sol abrasador y acechados por otros factores más.
La amenaza de la fauna se vuelve otro obstáculo que sortear para llegar a la soñada meta: la línea que deja atrás a México y recibe con barras y estrellas, imaginarias… hasta que aparecen las cascabeles.
Los huecos en las zonas donde yacen las pisadas de migrantes, forman parte del agreste paisaje. De día o de noche pueden aparecer este tipo de serpientes, interceptando mucho antes que un uniformado, vigilando la frontera, al migrante que no ha sido invitado.
En este lado fronterizo, no hay muro. Pero los riesgos son grandes y también dolorosos. Uno de los periodistas fue mordido por hormigas de gran tamaño durante las filmaciones en terreno. “Un día entero me duró el dolor”, aseguró a la mañana siguiente.
Hay tecnología para ayudar a quienes son vencidos por el clima, amenazados por el resto de la naturaleza o por los traficantes de personas. Cámaras solares de gran alcance. Son autónomas y movibles a varias partes donde vigilar es una obligación, desde el comando central de operaciones.
CIUDADANOS CHILENOS Y OTROS MIGRANTES, EXPUESTOS A BESTIALES TRENES
No sólo el desierto, una canaleta agrícola o el imponente muro significan riesgos para los migrantes ilegales en Estados Unidos.
En el sector de Santa Teresa, el tren se vuelve un arma mortal para quienes intentan llegar de forma ilegal subiéndose a este.
BioBioChile fue testigo de las inmensas máquinas que transitan por esta zona. Si determináramos su tamaño en tiempo, mide casi 4 minutos de paso ininterrumpido.
Muchas veces, lleva en su interior a migrantes que se esconden en sus vagones, a toda hora, aunque el horario más utilizado es el nocturno, específicamente, de madrugada.
“Son maquinarias muy pesadas, muy grandes, que no se pueden detener. Para que frene un tren, tiene que frenar aproximadamente en espacio de una milla (1.6 kilómetros). Son maquinarias que no se detienen al momento. Hemos visto tristemente que han sido lesionados algunos migrantes en su intento de cruzar la frontera de manera ilegal a través del tren”, asegura el agente Claudio Herrera.
Para muestra, el tren pasando por la zona y dando una idea de por qué en otras zonas fronterizas a este tipo de máquinas la llaman La Bestia, capaz de mutilar y matar a quienes la vieron más como una oportunidad de conseguir el sueño americano y no como la pesadilla que les arrebataría la vida o sus extremidades inferiores, en un abrir y cerrar de ojos.
No es la única forma de internarse a lo prohibido en este sector. Si no es el tren, es escalando y bajando la zona montañosa que lleva un nombre divino, con su respectiva penitencia, si se es inmigrante.
EL “CRISTO REY” DE LOS INMIGRANTES
Al llega a Santa Teresa, la zona denominada Cristo Rey pareciera recibir con los brazos abiertos a los visitantes. Resulta irónico que muchos intenten, con su venia, ingresar a la tierra prometida por los coyotes o traficantes de personas, pero prohibida por las leyes estadounidenses.
La cifra de muertes de quienes lo intentan por este otro sector de la frontera, al lado de Chihuahua, es trágica y en lo que va del año se cuenta por decenas. 37 en total en todo el sector de El Paso.
“Las organizaciones criminales toman ventaja porque no tiene muro fronterizo. Pero de no tener el muro fronterizo tiene sus propios riesgos y peligros. La topografía de esta montaña ha cobrado muchas lesiones en migrantes y en agentes, incluyéndome a mí. Sufrí una fractura hace año y medio en esta montaña. ¿Por qué? porque tiene muchos riscos que no se ven a plena vista (sic)“, en palabras del agente de la Patrulla Fronteriza de El Paso, Orlando Marrero.
Los traficantes de personas los hacen transitar en horas nocturnas donde la visibilidad es nula, poniéndolos en riesgo y generando rescates como los que en el año en curso, ya sobrepasan los 360 en todo el sector, según reportes oficiales.
“Tú puedes estar caminando muy tranquilamente y, de momento, tienes un vacío (hoyo), porque tiene muchos huecos y la topografía es muy irregular”, según Marrero.
El Cristo Rey desampara a los fieles creyentes que se internan en sus montañas, donde la fe no tiene nada que ver con la supervivencia o los controles fronterizos. Pero, los que se atreven, ya no tienen nada que perder y deben creer en algo para lograr el objetivo. Aunque en el intento muchos hayan dejado la vida.
