Buenos Aires, 4 sep (EFE).- Representantes de los inmigrantes de países latinoamericanos que residen en Argentina pidieron hoy al Gobierno que derogue la actual Ley de Migraciones, que data de la dictadura militar que gobernó el país (1976-1983), y disponga una amnistía general para los extranjeros indocumentados.
Unas trescientas personas, en su mayoría peruanas, bolivianas y paraguayas, marcharon hoy bajo una intensa lluvia hasta la sede del gobierno argentino para entregarle un petitorio al presidente Néstor Kirchner, en el que reclaman un perdón para todos los inmigrantes que residen en el país en situación irregular.
El pedido, que cuenta con la adhesión de una decena de organizaciones locales de derechos humanos, aboga por una nueva ley de migraciones que garantice a los extranjeros el “cumplimiento de sus derechos de acuerdo con los tratados internacionales con jerarquía constitucional”.
A mediados del año pasado, el entonces gobierno de Eduardo Duhalde envió al Parlamento un proyecto para una nueva ley de migraciones que contempla en gran medida los reclamos de los extranjeros residentes en Argentina.
Como la iniciativa todavía no fue debatida por los parlamentarios, los inmigrantes esperan que el presidente Kirchner impulse su discusión en el Poder Legislativo.
“Kirchner es hijo de inmigrantes así que debe tener conciencia de los que estamos pidiendo”, señaló a EFE Ricardo Camargo, titular de la Casa de Integración Colombiana de la República Argentina, al recordar que la madre del jefe de Estado es chilena y que su padre, ya fallecido, descendía de europeos.
La norma vigente fue promulgada en 1981 durante el gobierno militar y, según los manifestantes, “no garantiza el principio básico de no discriminación, el derecho a la salud, a la educación y a la vivienda”.
Entre sus disposiciones, la ley permite que los inmigrantes en situación irregular sean detenidos sin orden judicial y habilita a la Dirección Nacional de Migraciones a expulsarles.
“Queremos trabajar dignamente y no recibir un trato represivo por parte de la policía por no tener documentos o por el sólo hecho de ser extranjeros”, dijo a EFE Jesús Tapia, representante de la comunidad peruana en Argentina, integrada por unas 70.000 personas de las cuales el 60 por ciento es indocumentada.
Ernesto Gálvez Osorio, un paraguayo que vive hace 40 años en Argentina y es miembro del movimiento de los llamados “piqueteros” se quejó pues por el sólo hecho de no contar con un documento de identidad los inmigrantes son tratados “como esclavos o como basura”.
Se calcula que del millón de paraguayos que viven en Argentina, unos 200.000 están en condiciones de ilegalidad, en tanto de los dos millones de inmigrantes bolivianos, la mitad es indocumentado.
Los representantes de los extranjeros residentes en Argentina coincidieron en señalar que la alta proporción de irregularidad se debe a que el trámite para obtener un documento de identidad es costoso, lento y plagado de trabas burocráticas.
“Es algo inaccesible para la mayoría. El documento cuesta 400 pesos (134 dólares); la libreta sanitaria, 32 pesos (11 dólares) y 50 pesos (17 dólares) el certificado de antecedentes”, dijo a EFE María Angélica Lanis, representante de la comunidad boliviana y de la Federación Argentina de Colectividades.
Lanis señaló que lo más preocupante es que por esta situación los inmigrantes están privados de acceder a los servicios de salud y educación públicos.
“No te tienen en los hospitales y a nuestros chicos los discriminan en las escuelas porque, salvo en la ciudad de Buenos Aires, no los dejan inscribirse si no tienen el documento de identidad”, explicó. EFE
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Fuente: nacion