El año pasado, la ONU verificó casi 24.000 actos violentos contra menores. Más de 8070 niños murieron o quedaron mutilados y miles más fueron víctimas de secuestros y reclutamiento y vieron como sus escuelas y hospitales fueron atacados.
La violencia sexual, incluida la violación, y los secuestros de niños y niñas atrapados en zonas de conflicto aumentaron en un 20% en 2021, según el informe anual de la ONU sobre los Niños y los Conflictos Armados publicado este lunes.
En 2021 se produjo una “mezcla mortífera” de escalada de conflictos, golpes militares, estallidos de nuevas guerras, así como de violaciones del derecho internacional, que tuvieron “un impacto devastador” en niños de todo el mundo.
Al menos 5242 niñas y 13.663 niños fueron víctimas de violaciones graves en 21 conflictos. Al menos 1600 de esos niños sufrieron varias formas de violencia. En total, la ONU ha logrado verificar 23.982 violaciones graves contra niños, una cifra similar a la registrada en 2020 y que representa una media de unas 65 diarias. En el 15% de esos actos no se pudo identificar a los autores, lo que dificulta enormemente la posterior rendición de cuentas.
El asesinato y la mutilación fue la forma de violencia más numerosa, seguida por el reclutamiento y la utilización en combate y la denegación de acceso humanitario.
Los ataques a escuelas y hospitales también aumentaron el año pasado, según el reporte, que asegura que más de 2800 niños fueron detenidos por su asociación real o supuesta con las partes en conflicto, lo que los hace especialmente vulnerables a la tortura, la violencia sexual y otros abusos.
Los lugares en los que más niños se vieron afectados por violaciones graves en 2021 fueron Afganistán, la República Democrática del Congo, Israel y el Territorio Palestino Ocupado, Somalia, Siria y Yemen.
Fuente: news.un.org