La movilidad humana y la migración son prioridades para el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Países como Ecuador reciben un amplio flujo de migrantes venezolanos. Y hace varios años, la nación sudamericana también acogió a refugiados y desplazados del conflicto colombiano.
Esta es la dependencia pública que en el sur de Quito apoya a los migrantes venezolanos para efectuar su proceso de regularización. El alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que de 500.000 venezolanos radicados en Ecuador, 62 % está en condición irregular. Esa condición no les quita sus derechos manifiesta el presidente de la Asociación Venezuela en Ecuador, que denuncia que existen algunos casos xenofobia.
“La primera necesidad realmente es vivienda, alimentación y salud, esos son los ejes que nosotros estamos trabajando y que deberían ser, y está el eje principal de esos tres, que para mí es muy importante, la defensa de derechos, el respeto al ser humano, a su integridad física, porque ha sido violentada en muchas maneras. Vemos con preocupación el tema de redes de xenofóbicos que hay, los padres los incrementan dentro de grupos de chat, dentro de la institución y cuando suceden las vulneraciones tratan de silenciarlo para no quedar mal como institución”.
La población migrante es diversa, Ecuador acoge a 73.632 personas refugiadas, 96 % son de Colombia, el conflicto interno armado los obligó a salir de sus países de origen. Es el caso de Juan (nombre protegido), quien hace muchos años dejó su país y a su familia debido a amenazas a su vida e integridad, sufrió un atentado en un pueblo rural de Colombia. Vino a Ecuador con lo que traía puesto, durmió en un parque los primeros días, espera que cuando las personas vean a un refugiado se pongan un momento en su lugar.
“Uno está con su familia, la quiere, la ama, la extraña, estamos cerca de Colombia pero mi situación no amerita y no me da seguridad para yo irme para allá, ellos van a perder su tranquilidad. Pero mire lo que ha hecho el flagelo de la violencia en mi país, cómo afecta a una persona, a una familia entera, por todas esas cosas uno no puede ni regresar a su país, dicen que hay un tratado de paz, tranquilidad, pero mentiras, la violencia sigue todavía”.
El mandato del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas es velar por la población migrante con soluciones duraderas indica la docente universitaria Natalia Encalada.
“Sea que estas personas que están migrando, que están buscando una oportunidad permanezcan como una integración local en los países de acogida, o también que puedan encontrar un reasentamiento. Es decir, que las mismas Naciones Unidas les puedan relocalizar en países más seguros y más adecuados, porque muchas veces, quienes primero reciben la migración son países pequeños o medianos, que tampoco tienen la posibilidad de acoger a tanta población migrante. Pensamos en el caso de Polonia, pensemos en el caso del mismo Ecuador, países pequeños que están lidiando con crisis económicas y sociales”.
Según Naciones Unidas, los migrantes tienen derechos y están protegidos por el derecho internacional, pero en varias partes del mundo sufren violencia y xenofobia, los estados en ese sentido están llamados a combatir la discriminación hacia ellos.
Fuente: espanol.cri.