“La zona SAR (búsqueda y rescate, en inglés) establece la obligación de salvar vidas, no un derecho exclusivo de intervención. Son aguas internacionales, no libias. Cabe destacar que un área Sar también requiere un puerto de desembarco seguro y Libia no lo es”, denunció Di Giacomo en sus redes sociales.
El barco de rescate Life Support de la ONG italiana Emergency llevaba dos días buscando la barcaza que se encontraba en la zona de búsqueda y salvamento de Malta por lo que también determinó que con seguridad “estas personas fueron llevadas de vuelta a Libia, aunque las autoridades libias lo han negado hasta ahora”.
Algunas ONG de rescate de migrantes habían informado de que los quinientos migrantes podían haber sido rescatados por un petrolero que se encontraba en la zona que después los devolvió a Libia.
“Ya en el pasado las autoridades maltesas habían ordenado a un barco privado que las empujara de vuelta a Libia, y no se puede descartar que esta vez también se trate de un mecanismo similar”, explicó Emergency en sus redes sociales.
Al menos 24.000 personas, recuerda la ONG, “fueron devueltas a Libia contra su voluntad en 2022 y más de 5.000 en 2023” y en Libia, según los últimos informes de la ONU, “los migrantes son víctimas de crímenes contra la humanidad. Los náufragos rescatados por Emergency, una vez a bordo, denuncian haber sufrido detenciones arbitrarias, violencia sexual y torturas perpetradas a diario en las cárceles oficiales y no oficiales de Libia”.
En el momento en el que fueron localizados, el 23 de mayo, la embarcación llevaba 500 personas a bordo, entre ellas 56 niños, incluido un bebé que había nacido en el barco, y 45 mujeres, entre ellas varias embarazadas.
La ONG lamentó la decisión, que es una medida del Gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni, de asignar un puerto a cerca de 1.400 kilómetros del Canal de Sicilia, a cerca de 4 días de navegación. EFE
Fuente: Swissinfo