Campamento de refugiados rohinyá el 15 de mayo de 2023. (Zakir Hossain Chowdhury – Agencia Anadolu)
Los refugiados aseguran que el recorte de la ayuda alimentaria por parte de la ONU en el país vecino los ha empujado a la inanición.
DHAKA, Bangladés
Miles de rohinyás, víctimas de la persecución en Myanmar por su etnia y religión, realizaron una protesta en Bangladés, donde se habían refugiado, para presionar por una pronta repatriación con derechos de ciudadanía plenos y protección.
Los manifestantes levantaron pancartas que decían: “No detengan la repatriación. Queremos volver a casa. Ya no queremos seguir siendo refugiados”.
Muhammad Ayaz, de 35 años, que vive en el campo de refugiados de Teknaf en la costa sureste del país, le dijo a la Agencia Anadolu: “Somos ciudadanos de Myanmar. Instamos a la comunidad mundial a escuchar nuestro llamamiento de regresar a casa con los derechos de ciudadanía adecuados y la protección en Myanmar después de la repatriación”.
Agregó que el recorte de la ayuda alimentaria por parte de la ONU los ha empujado a la inanición.
Las mujeres y los niños son los más afectados por el recorte de la ración de alimentos, agregó.
El rohinyá instó a la comunidad mundial, incluida la ONU, a garantizar de inmediato el apoyo alimentario necesario y otras necesidades básicas debido a que los refugiados en Bangladés dependen completamente de la ayuda para su supervivencia.
Escasez de fondos
Anteriormente, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció que reduciría aún más la ración de alimentos para los refugiados rohinyá a USD 8 desde USD 10 por día a partir del 1 de junio. En marzo, la ración se redujo de USD 12 a USD 10 debido a una reducción en el dinero de apoyo a los refugiados.
Mohammed Rezuwan Khan, otro manifestante, le dijo a la Agencia Anadolu que si las cosas continúan así, no les quedará otra opción que “robar comida para sobrevivir”.
“La vida de los rohinyá ha quedado estancada. A veces siento que nos volveremos locos”, agregó.
Según Amnistía Internacional, más de 750.000 rohinyá huyeron a Bangladés de una brutal represión militar en el estado de Rakáin, Myanmar, en agosto de 2017. La cifra ha aumentado a 1,2 millones en los últimos años, según estimaciones del Gobierno bangladesí.
En una visita de cuatro días al campo de refugiados la semana pasada, Kelly T. Clements, la alta comisionada adjunta de la ONU para los refugiados, dijo que los rohinyá que viven en los campos dependen completamente de la ayuda humanitaria para sus necesidades básicas.
Sin embargo, el financiamiento mínimo para esta asistencia ya no está disponible, lamentó.
Las agencias humanitarias han pedido más de USD 876 millones este año para apoyar a los refugiados en Bangladés.
Para junio de 2023, el Plan de Respuesta Conjunta para apoyar a los refugiados rohinyá solo estaba financiado en un 24%.
Tom Andrews, relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar, dijo este jueves que Bangladés debe suspender de inmediato un proyecto piloto de repatriación de los rohinyá ya que en su país enfrentan graves riesgos para sus vidas y su libertad.
Fuente: .aa.com.tr