Sídney (Australia), 27 sep (EFE).- Unas 89.000 personas se encuentran desplazadas en Papúa Nueva Guinea debido a la violencia tribal desde el pasado mayo y también durante las elecciones del pasado julio, con unos 265.000 afectados en todo el país.
Los desplazados incluyen principalmente a mujeres, niños, personas con discapacidad y ancianos, señaló a Efe este martes en un correo electrónico el coordinador interino de la ONU en el país, Themba Kalua.
“La situación continúa muy volátil especialmente en el distrito de Porgera-Paiela en (la provincia) de Enga (…) La ONU está trabajando estrechamente con nuestros socios locales en el terreno para identificar a los beneficiarios y distribuir ayuda”, afirmó Kalua.
Desde el pasado mayo, la violencia tribal ha dejado decenas de muertos en provincias como Enga, Hela y Tierras Altas del Sur, en el noroeste del país.
El representante de la ONU indicó que también se produjeron brotes de violencia en relación con los comicios celebrados entre el 4 y el 22 de julio entre denuncias de fraude, robo y quema de urnas.
Según Kalua, las elecciones han reavivado “viejas disputas” en algunos distritos.
Estados Unidos anunció el lunes una donación unos 3,1 millones de dólares (3,22 millones de euros) para asistir a unos 265.000 afectados, incluidos desplazados y víctimas de la violencia, según el diario Post Courier.
Además, se estima que unos 25.000 niños no pueden asistir al colegio debido a la violencia, que incluye asesinatos y violaciones de mujeres, algunas acusadas de brujería.
La ONU ha lanzado un llamamiento de ayuda para asistir con comida, combustible y otros bienes de necesidad a las víctimas y desplazados y está teniendo dificultades para llegar a algunos lugares debido a la violencia.
Los episodios de violencia electoral, como los que se registraron en 2017 cuando murieron más de doscientas personas, son habituales durante los comicios en Papúa, un país rico en recursos naturales, pero en donde una gran parte de la población vive en extrema pobreza y está aislada por los problemas de comunicaciones, especialmente en áreas remotas. EFE
Fuente: Swissinfo