{"id":26365,"date":"2023-04-06T09:26:33","date_gmt":"2023-04-06T12:26:33","guid":{"rendered":"https:\/\/migrantesnews.com\/?p=26365"},"modified":"2023-04-06T09:26:33","modified_gmt":"2023-04-06T12:26:33","slug":"los-migrantes-que-malviven-en-la-ciudad-de-mexico-esto-es-peor-que-la-selva-del-darien","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/migrantesnews.com\/los-migrantes-que-malviven-en-la-ciudad-de-mexico-esto-es-peor-que-la-selva-del-darien\/","title":{"rendered":"Los migrantes que malviven en la Ciudad de M\u00e9xico: \u201cEsto es peor que la selva del Dari\u00e9n\u201d"},"content":{"rendered":"
Unas 200 personas, la mayor\u00eda familias haitianas, duermen en tiendas de campa\u00f1a entre lluvias torrenciales. La burocracia migratoria los mantiene atrapados en una plaza de la capital mientras se esfuman sus ahorros<\/strong><\/h5>\n

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DANIEL ALONSO VI\u00d1A<\/div>\n
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Dalaxie viene de hacer la compra en el supermercado cuando se encuentra con el periodista, el pasado mi\u00e9rcoles 29 de marzo. Este hombre, al que se le podr\u00eda decir joven si no hubiera pasado por un infierno para poder llegar hasta aqu\u00ed, tiene 26 a\u00f1os y las manos llenas de pl\u00e1tanos, una bolsa de patatas fritas y un paquete de pa\u00f1ales. A su alrededor da vueltas una de sus hijas con el bot\u00f3n del body<\/i>\u00a0suelto. Tiene un a\u00f1o. El otro, de tres, est\u00e1 con su madre en la tienda de campa\u00f1a que han instalado en la plaza Giordano Bruno, en el centro de Ciudad de M\u00e9xico. All\u00ed duerme con otros 200 migrantes desde hace unas dos semanas. La mayor\u00eda son haitianos. Bromean y platican y discuten entre ellos en criollo, una lengua mezcla del franc\u00e9s y dialectos africanos. Hay m\u00e9dicos, ingenieros, productores de m\u00fasica y abogados que se pasan la noche intentando dormir en tiendas de campa\u00f1a, entre cartones y sobre un suelo de piedras encharcado y coloreado de flores moradas de jacaranda. Dalaxie prefiere dejar la compra antes de ponerse a hablar de la inoperancia del sistema mexicano de atenci\u00f3n a migrantes.<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n
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\u201c\u00a1Esto es peor que la Selva del Dari\u00e9n!\u201d, se indigna el haitiano, que va vestido con una playera desgastada, unos pantalones cortos que se han sentado en mil banquetas y unas chanclas con calcetines. Eso es mucho decir para un padre de familia que casi muere en aquella selva que separa Colombia de Panam\u00e1. \u201cTienen monta\u00f1as m\u00e1s altas que ese edificio\u201d, dice se\u00f1alando un rascacielos que tiene detr\u00e1s. \u201cTen\u00eda que llevar la mochila, que tiene todo, y a mi hija tambi\u00e9n y cuando mi mujer no pod\u00eda m\u00e1s, llevaba tambi\u00e9n a mi otro hijo. Todo. Casi morimos all\u00ed\u201d. Al tercer d\u00eda, se quedaron sin agua y sin comida. Empezaron a beber agua del r\u00edo, pero su mujer y su hijo se pusieron enfermos de diarrea. Les salv\u00f3 un haitiano que, sin conocerles, les dio una botella de agua y un paquete de galletas en una traves\u00eda en la que no hay comercios durante d\u00edas, solo muertos y ladrones. Con eso consiguieron llegar hasta el otro lado. \u201cEsto es peor que\u00a0la Selva del Dari\u00e9n\u201d, dice Dalaxie a pesar de todo.<\/p>\n

\u201cM\u00e9xico no quiere inmigrantes, M\u00e9xico solo quiere que nosotros pasemos a Estados Unidos\u201d, asegura, y \u00e9l mismo expresa la contradicci\u00f3n que se vive aqu\u00ed: \u201cPero ellos no quieren darnos el papel para que sigamos el camino, y no podemos quedarnos aqu\u00ed, tampoco nos dan papel para trabajar, y nos quedamos sin dinero\u201d. Con \u201cellos\u201d se\u00a0refieren al Instituto Nacional de Migraci\u00f3n (Inami), que junto con la Comisi\u00f3n Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) conforman el entramado burocr\u00e1tico que vuelve locos a los migrantes que llegan a Ciudad de M\u00e9xico. Los 11 migrantes con los que habl\u00f3 este peri\u00f3dico aseguran que no quieren quedarse en M\u00e9xico. Solo est\u00e1n esperando el papel que les permita seguir hacia el norte. El \u201cpapel\u201d es la Tarjeta de Visitante. En el resto de pa\u00edses por los que pasan, se lo dan en cuesti\u00f3n de d\u00edas y con \u00e9l pueden viajar \u201clegalmente\u201d y cruzar la frontera.<\/p>\n

En M\u00e9xico podr\u00eda funcionar as\u00ed, pero no. Andr\u00e9s Alfonso Ram\u00edrez, director de la Comar, asegura que el \u00fanico que puede proporcionar el documento es el Inami. Sin embargo, cuando los migrantes acuden a sus oficinas, les dicen que no, que antes tienen que ir a la Comar. Y aqu\u00ed empieza el enredo. Lo explica mejor Diversi\u00f3n Val, un ingeniero civil haitiano de 25 a\u00f1os. Lleva una semana en Ciudad de M\u00e9xico\u00a0intentando conseguir el documento. \u201cVamos a inmigraci\u00f3n y nos dicen que tenemos que ir a la Comar, pero all\u00ed nos dicen que no, que lo nuestro es en inmigraci\u00f3n, que ellos no pueden darnos ese papel, y as\u00ed una y otra vez\u201d.<\/p>\n

Al final, \u00e9l y sus compa\u00f1eros piden cita en las oficinas de la Comar, al lado de la plaza donde pasan la noche. Pero las primeras citas no son hasta mayo, y los migrantes no tienen dinero para esperar tanto. Por si fuera poco, la cita que est\u00e1n esperando no es para recibir la Tarjeta de Visitante, sino para recibir el estatus de refugiado. Este proceso, seg\u00fan la ley, impide al inmigrante \u201csalir de la entidad federativa en la que se encuentra\u201d, asegura Ram\u00edrez, que ya est\u00e1 cansado de intentar aclarar la confusi\u00f3n. El \u00fanico cabo suelto de este enredo, el Inami, no ha respondido a las llamadas y correos enviados durante d\u00edas por este peri\u00f3dico.<\/p>\n

En la plaza se hace de noche y comienza a caer una lluvia fina que amenaza tormenta. Los migrantes empiezan a recoger las esterillas y se ponen la ropa de abrigo. Est\u00e1n cada vez m\u00e1s cansados de vivir en la calle. La noche anterior llovi\u00f3 mucho y la plaza se convirti\u00f3 en un peque\u00f1o lago, el agua entraba en las tiendas de campa\u00f1a y mojaba todo a su paso. Dormir era imposible. Para protegerse, la gente cubre sus tiendas con pl\u00e1sticos improvisados. A veces parece un esfuerzo in\u00fatil.<\/p>\n

Un se\u00f1or, haitiano de 45 a\u00f1os, ha roto varias bolsas de basura y cubre con ellas la tienda de campa\u00f1a. Pega las bolsas entre s\u00ed con cinta adhesiva que va cortando con los dientes. \u00bfEsto protege? \u201cS\u00ed, s\u00ed protege un poco\u201d, contesta el hombre sin perder la compostura, pero sin mucha esperanza. La lluvia cada vez cae con m\u00e1s fuerza. Los migrantes empacan sus mochilas y se cubren con sus ropas de abrigo. Hace fr\u00edo. Los ni\u00f1os empiezan a toser. Sus madres les envuelven en mantas y se refugian con ellos en las tiendas de campa\u00f1a con la esperanza de dormir un poco, al menos hasta que el agua rebase la protecci\u00f3n en la base de la tienda y empiece a mojarlo todo.<\/p>\n

\u201cA m\u00ed no me gusta este viaje, a nadie le gusta, es muy duro\u201d, dec\u00eda Dalaxie hace un rato, \u201cpero quiero vivir, quiero conseguir mis sue\u00f1os. Yo quiero hacer grandes cosas, hermano\u201d. Y luego, haciendo fuerza con el brazo para mostrar su escu\u00e1lido b\u00edceps y buscar la palabra correcta, muy serio y cansado, sentencia: \u201cNosotros somos h\u00e9roes, por lo que hemos pasado, somos guerreros, pero a nadie le importa eso aqu\u00ed. Ni siquiera nos dejan seguir el camino\u201d. Un rato despu\u00e9s, un torrente de lluvia moja sin piedad las tiendas de campa\u00f1a de la plaza Giordano Bruno, cae la noche y la capital de M\u00e9xico duerme sumida en el m\u00e1s absoluto silencio.<\/p>\n

Fuente: elpais<\/p>\n<\/div>\n

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