En Sudán, un nuevo informe de Médicos Sin Fronteras advierte que al menos un niño o niña muere cada dos horas en un campamento de refugiados del estado de Darfur del Norte, al tiempo que los combates entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido entran en su noveno mes. La organización de ayuda humanitaria estima que unos 13 niños y niñas mueren cada día en el campamento de refugiados de Zamzam, uno de los mayores campamentos para desplazados internos de Sudán, donde Médicos Sin Fronteras es el único proveedor de atención médica. Asimismo, es probable que los niños y niñas que sufren desnutrición grave mueran en unas pocas semanas a menos que reciban tratamiento urgente.
Esto se produce al tiempo que el Programa Mundial de Alimentos afirma que, en Sudán, muchas personas están muriendo de inanición. En el último año, los actos de violencia que azotan al país africano han provocado que se duplique el número de personas que padecen hambre y han privado a la población civil del país de la ayuda humanitaria que necesita para subsistir. Unos 18 millones de personas de Sudán corren riesgo de padecer hambre aguda, mientras que casi 11 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
Fuente: democracynow.org