El reporte señala que se ven obligados a pagar 0,40 dólares por utilizar los aseos o las duchas de las comunidades de acogida, una cifra que está fuera del alcance de quienes lo han perdido todo en la huida.
La situación es especialmente difícil para las mujeres, que tienen que caminar hasta 25 kilómetros para buscar agua en un trayecto peligroso de al menos cuatro horas, tiempo durante el cual se exponen a la violencia de los grupos armados.
“Las necesidades superan con creces los recursos disponibles: los emplazamientos están abarrotados, la gente duerme al aire libre o hacinada en cobertizos, hospitales o escuelas, haciéndolos inservibles”, subrayó la directora de Oxfam en la RDC, Justine Gomis Tossou.
Añadió que otros han construido sus propios campamentos improvisados sin agua, alimentos ni asistencia, con un alto riesgo de epidemias e inseguridad alimentaria, mientras que las mujeres son especialmente vulnerables a la explotación y los abusos sexuales.
Según el informe, los emplazamientos donde trabaja Oxfam están superpoblados y las letrinas desbordadas son un problema urgente, además de que muchas personas llevan semanas sin ducharse, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades, especialmente el cólera, presente en Kivu Norte.
La organización ayudó a más de 28 mil personas con la distribución de agua potable y la construcción de letrinas y duchas, pero requiere unos cuatro millones de dólares para ampliar sus operaciones.
De acuerdo con el comunicado, la financiación de las necesidades humanitarias en la RDC se encuentra en un nivel bajo, con apenas el 39,5 por ciento del llamamiento humanitario de las Naciones Unidas (ONU), a pesar de que el país es una de las mayores emergencias alimentarias del mundo.
“Se necesita ayuda urgente para evitar el desastre. Es hora de actuar de forma colectiva y responsable para poner fin a los desastres y al sufrimiento de la población de la RDC, y de poner la riqueza del país al servicio de su pueblo”, declaró Tossou.
Fuente: prensa-latina.cu