Migrantes haitianos usan los aeropuertos de Mexicali y Tijuana, BC, para poder volar hacia EU. Foto Antonio Heras
Mexicali, BC. Nadege. Ese es su nombre, así dice llamarse una mujer que espera en la sala de embarque del Aeropuerto de la Ciudad de México.
Delgada, cabello grifo y trenzado, mantiene una sonrisa nerviosa por las horas de espera, las miradas acuciosas y los filtros de la Guardia Nacional y del personal de empresas de seguridad en los puertos aéreos.
Con mirada amigable, escucha atenta las indicaciones de sus compañeros de viaje, mientras sostiene un folder de plástico transparente donde guarda sus documentos con los que transita por México hacia el norte. Se levanta, recorre los pasillos, aferrada a sus documentos.
“No español”, dice con tono cantarino de su idioma criollo.
Viaja en un grupo de seis personas en contexto de migración; dos son mujeres adultas y una niña de 10 años.
Los hombres escudriñan en la pantalla de salida los vuelos hacia la frontera norte de México.
Son mujeres y hombres que migraron de Haití en busca de una tierra promisoria, sin imaginar que en los aeropuertos de ciudades fronterizas de México serán contenidos sus sueños de cruzar a Estados Unidos.
Migración criminalizada
En los aeropuertos, sobre todo en Mexicali y Tijuana, agentes del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional detienen a personas que consideran son extranjeras, les exigen identificaciones y documentos para después trasladarlos a las estaciones migratorias ante la sola sospecha de que su destino es California.
Es criminalizar la migración, tal como lo hacen en Texas, Estados Unidos, expresa la legisladora Gina Cruz, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte del Senado de la República.
Al llegar al aeropuerto los pegan a la pared como si fueran delincuentes y los llevan a la estación migratoria aunque traigan documentos, señala en entrevista en Línea Abierta, programa del Canal del Congreso.
Violencia institucional
Para el Comité Ciudadano en Defensa de Naturalizados y Afroamericanos los empleados mexicanos no ven a los migrantes como seres humanos y ejercen violencia en su contra.
Ante legisladores de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Wilner Metelus explicó que las personas haitianas en contexto de migración se encuentran entre los abusos de autoridades mexicanas y de integrantes del crimen organizado.
Destacó la alta migración de haitianos y la urgente solución a los problemas que registran al transitar por México.
Desplazamiento
En las últimas décadas, los haitianos viven una crisis política y económica que ha provocado el éxodo, primero a Brasil y luego al norte del continente, además del desplazamiento de áreas de conflicto.
El control de grupos armados en prácticamente toda la isla genera violencia, inseguridad e incertidumbre física y alimentaria.
Esta situación no solo afecta a los lugareños, pues hace unos días el gobierno mexicano sacó de la isla caribeña a 10 mujeres y 24 hombres, incluidos siete menores de edad. En el grupo que salió de Puerto Príncipe y llegó a Yucatan había cuatro diplomáticos.
A consecuencia de las caravanas de 2017, en Mexicali y Tijuana se quedaron a vivir alrededor de 6 mil haitianos que optaron por cancelar sus trámites de refugio en Estados Unidos.
Fuente: jornada.mx