El ejército oficial de Sudán entrena en el desierto.
La guerra civil entre los ejércitos de dos generales desangra al país
Es la mayor crisis de refugiados del mundo y la ONU estima hasta 15.000 muertos. Es la rebelión de una milicia paramilitar a la que se pretendía regularizar.
Al menos 23 personas murieron y otras 30 resultaron heridas este viernes en los enfrentamientos que mantienen el Ejército regular de Sudán contra el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en la ciudad de Babanusa, en el estado de Kordofan Occidental, informó la Autoridad de Abogados de Emergencia. Los hospitales quedaron fuera de servicio, los mercados cerraran y la policía se retiraró de la ciudad, lo que derivó en el saqueo de propiedades y viviendas.
La Autoridad de Abogados de Emergencia condenó “la continua expansión de la guerra por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido en ciudades seguras y el aterrorizar a los civiles”. La ONU ya alertó de un desplazamiento masivo de civiles de Babanusa como resultado de los enfrentamientos, según la Oficina de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA). “Los ataques aéreos llevados a cabo por las Fuerzas Armadas sudanesas contra las posiciones de las Fuerzas de Apoyo Rápido al sur de la ciudad de Babanusa provocaron un desplazamiento a gran escala de civiles por toda la ciudad”, informó la OCHA.
Este enfrentamiento en particular estalló el lunes pasado en una zona que los paramilitares buscan controlar por ser la sede de la base de la 22ª División de Infantería del Ejército. El conflicto estalló el pasado 15 de abril por las tensiones sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, en medio un proceso político para encauzar de nuevo el país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
Los desplazados
El número de desplazados internos y refugiados por los diversos conflictos y crisis en Sudán se eleva ya a 10,7 millones, alertó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que pidió mayores esfuerzos de la comunidad internacional para brindar asistencia humanitaria.
Unos nueve millones son desplazados internos y 1,7 millones son refugiados que han huido a otros países, fundamentalmente a los vecinos Chad (un 37 % del total), Sudán del Sur (30 %) y Egipto (24 %), mientras que otros están en Etiopía, Libia y República Centroafricana.
La agencia migratoria de Naciones Unidas recordó que se trata de la mayor crisis de desplazados del mundo. “Uno de cada ocho desplazados internos en el mundo está en Sudán, y sus necesidades son enormes con graves carencias de alimentos, alojamiento y servicios sanitarios”, destacó en un comunicado la directora general de la OIM, Amy Pope.
“La respuesta humanitaria es insuficiente y no podemos dar la espalda a millones de personas que necesitan ayuda”, subrayó. Seis millones de los desplazamientos internos han sido causados por el conflicto iniciado hace nueve meses, pero antes de éste ya había tres millones de personas forzadas a vivir lejos de sus hogares. La OIM ha solicitado a Estados miembros de la organización y otros potenciales donantes 168 millones de dólares para atender esta crisis humanitaria.
Los muertos
Entre 10.000 y 15.000 personas han muerto desde abril en Darfur, en el oeste de Sudán, donde paramilitares aliados con milicias árabes han cometido violaciones que podrían equivaler a “crímenes contra la humanidad”, según un informe de expertos de la ONU. Los combates se libran desde el 15 de abril de 2023 entre el ejército sudanés, dirigido por el general Abdel Fattah al Burhane, y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), dirigidas por el general Mohamed Hamdane Daglo, antiguo segundo al mando del ejército.
“Según fuentes de inteligencia, sólo en El Geneina”, capital de Darfur Occidental, “han muerto entre 10.000 y 15.000 personas”, afirma el comité de expertos encargado por el Consejo de Seguridad de la ONU de supervisar la aplicación de las sanciones contra Sudán.
El documento, enviado a los miembros del Consejo pero aún no publicado oficialmente, no hace un balance global, pero describe detalladamente la violencia “étnica” en esta ciudad, que cayó en manos de las RSF en junio. Se denuncian ataques a civiles, torturas, violaciones, detenciones masivas, desplazamientos forzosos y saqueos: “Algunas de estas violaciones podrían constituir crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad”, estiman los expertos.
Fuente: pagina12.ar