Un total de 633 personas migrantes, entre ellas 20 menores y 23 mujeres, fueron rescatadas o interceptadas frente a la costa libia en la última semana y devueltas al país pese a ser considerado un lugar “no seguro”, reveló este lunes la Organización Internacional de las Migraciones (IOM).
Entre el 26 de junio y el 2 de julio, diez embarcaciones precarias partieron desde la capital, Trípoli, y las ciudades del este de Zawiya y Al Khoms, y al menos diez personas perdieron la vida durante la travesía mientras 37 continúan desaparecidas, según este organismo dependiente de Naciones Unidas que defiende “la promoción de una migración humana y ordenada en beneficio de todos”.
En lo que va de año 9.973 personas -362 menores- han sido devueltas a Libia, 166 han fallecido y 611 han desaparecido en la ruta migratoria del Mediterráneo Central, una de las más letales del mundo, en embarcaciones precarias fletadas por mafias que se lucran en Túnez y el oeste de Libia.
La encargada de las operaciones de rescate es la Guardia Costera, un cuerpo formado y financiado por la Unión Europea pese a estar bajo sospecha por organizaciones humanitarias internacionales, como Amnistía Internacional (AI), por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando, por lo que reclaman suspender la cooperación en materia de migración y control de fronteras.
AI ha denunciado las violaciones de derechos humanos cometidas en los llamados “centros de reagrupación y retorno”; escenario de torturas, violencia sexual, trabajos forzados y otras formas de explotación “con total impunidad”. EFE
Fuente: lavanguardia