Por Valora Analitik -2021-03-19
Más de 5,4 millones de venezolanos han dejado atrás el colapso económico y social en Venezuela desde 2015 y los países de América Latina y el Caribe han sido el refugio de la mayoría de estos refugiados; sin embargo, aún existen brechas importantes de empleo en migrantes.
A medida que los gobiernos de la región se concentran en la recuperación pospandemia, serán los empleos en el sector privado los que impulsen el crecimiento, según se ha conversado en los distintos conversatorios de la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“La evidencia demuestra que la mayoría de los migrantes, refugiados y retornados en la región tienen edad de trabajar y, cuando se les brinda la oportunidad, contribuyen de manera positiva a sus sociedades de acogida con nuevas habilidades, redes, modelos de negocios y espíritu empresarial”, afirmó el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone.
Cabe recordar que, Colombia anunció recientemente que otorgará estatus de protección temporal por diez años a los 1,7 millones de venezolanos regulares e irregulares en Colombia, allanando el camino para su integración social y económica.
“Estamos fortaleciendo el carácter social de la política migratoria y, con su implementación, trazaremos una hoja de ruta para regularizar la población, ampliar políticas de apoyo y propiciar su integración socioeconómica”, comentó el presidente, Iván Duque.
Entre tanto, según el BID, Canadá es un socio y donante para la respuesta regional a la crisis de empleo en migrantes y refugiados de Venezuela y aspectos en general, tanto a través del compromiso político como a través de la provisión de asistencia humanitaria y de desarrollo para responder a las necesidades de los grupos más vulnerables, en particular mujeres y niñas.
“Canadá reconoce que, en conjunto, los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y las empresas tienen un papel en la integración de los migrantes y refugiados venezolanos en sus comunidades de acogida. Ningún sector puede tener éxito solo”, manifestó Karina Gould, ministra de Desarrollo Internacional de Canadá.
Así las cosas, con cada vez más migrantes desplazados por la fuerza durante períodos más prolongados, las empresas tienen un papel fundamental que desempeñar para ayudarlos a integrarse económicamente en sus nuevas comunidades de acogida.
La integración exitosa de estas poblaciones requiere no solo habilitar políticas públicas para que los recién llegados puedan acceder a los servicios sociales, la vivienda y el empleo con dignidad.
En este contexto, de acuerdo con el organismo multilateral, es fundamental que los empleos, contrataciones y políticas corporativas generales, tengan un enfoque inclusivo que apoye la incorporación y retención de los migrantes, refugiados y retornados.
Eduardo Stein, representante especial de la ONU para los refugiados y migrantes venezolanos, destacó que “el sector privado está en una posición única para contribuir no sólo con la movilización de recursos, sino con soluciones creativas propias de su espíritu innovador y emprendedor. Es una pieza clave en el fortalecimiento del vínculo humanitario-desarrollo promoviendo un enfoque de toda la sociedad”.
Hay que decir que el BID tiene un compromiso de apoyar los esfuerzos de los países receptores de la región. Desde 2019 ha aprobado inversiones por US$630 millones, de los cuales US$55 millones fueron recursos no reembolsables del BID y US$24 millones de donantes.
Este apoyo incluye mejorar el acceso al agua y el saneamiento, mejores viviendas, acceso a la educación, la salud, la protección social y el empleo en migrantes y refugiados.
Finalmente, en el marco de la Asamblea, el BID lanzó MIGnnovation, un nuevo enfoque que vincula la migración y la capacidad ilimitada de los seres humanos y las organizaciones para innovar, reuniendo las mejores prácticas de América Latina y el Caribe.
Fuente: valoraanalitik