Por YOLANDA MORALESMARZO 24, 2021 4:29 PM PTTIJUANA, México —
El campamento de migrantes centroamericanos que desde hace un mes se estableció en la garita de El Chaparral no cuenta con sanitarios, pero sí con una escuelita para decenas de menores que aquí se resguardan junto con sus familiares en espera de cruzar hacia Estado Unidos en busca de asilo.
Es un salón de clases hecho con carpas de lona, los niños aprenden lecciones básicas que les imparten algunos de los mismos migrantes mayores que también se encuentran en este campamento provisional de refugiados.
Evelyn es originaria de Honduras y una de las maestras que cada mañana, sin importar el intenso frío o la lluvia, se alista para educar a sus alumnos.
“La escuela surge de la necesidad, de ver a tantos niños, para que no se olviden de lo que han aprendido”, comentó.
Como casi todos los profesores de esta escuelita, Evelyn no es profesional de la docencia, estudió para ser maestra, pero no está titulada, no obstante, dice estar dispuesta a compartir lo que sabe para contribuir en la educación de los niños migrantes que al igual que ella han huido de su país por cuestiones de pobreza e inseguridad.
Migrantes centroamericanos en Tijuana imparten clases a menores acompañados mientras esperan recibir información sobre casos de asilo en Estados Unidos
“Esto es para que ellos se valoren, se respeten y hacerlo desde más chiquitos, se den el valor y que eviten que alguien venga y quiera tocarlos, porque aquí se presta para muchas cosas, eso hace que los niños digan ‘no, no me toques’, se hace de manera alegre, para que digan qué importante son las partes del cuerpo”, dijo la migrante.
Para José Luis Pérez Canchola, titular de la Dirección Municipal de Atención al Migrante en Tijuana, se trata de un proyecto que busca la protección de los menores refugiados en este campamento donde desde hace un mes viven alrededor de mil centroamericanos.
“Están buscando la manera de sufrir menos, de coordinarse más, todas las reuniones que tenemos lo primero es cuidar a los niños, puede haber secuestro de menores, puede haber robo de niños, este es un problema humano, no es generado por ellos”, recalcó el funcionario.
A pesar de las precarias condiciones de la improvisada escuela y de las inclemencias del clima, tanto alumnos como maestros aprenden, se distraen, se entretienen y buscan sacarle provecho a los días de espera para cruzar la frontera.
Morales es reportera independiente.
Fuente: sandiegouniontribune.