Muchos de los connacionales que realizan esta travesía desconocen los riesgos que corren al adentrarse en la selva. Pues pueden ser víctimas de robo, violaciones y en el peor de los casos de la muerte.
Existen personas que, sin el menor pudor, convierten esta travesía en un negocio y se aprovechan de la necesidad de los migrantes para ofrecer paquetes turísticos y asegurarles que los llevarán sanos y salvos hasta los EEUU.
Estas figuras se dan a conocer como guías del Darién, quienes ofertan sus servicios en redes sociales, principalmente en Facebook. En esta plataforma comercializan los paquetes que van desde los 300 hasta los 1.200 dólares por persona.
Los viajeros caen en esta trampa en las que le prometen atravesar la selva en tres días y ocurren muchos casos en que son abandonados por el famoso “guía” a mitad de viaje.
La travesía por el Darién
El viaje comienza en Colombia, específicamente en Medellín, de allí salen desde la región Necoclí o Arboletes, el recorrido por bus hasta estas dos localidades tiene un precio de $20.
En un viaje en lancha de 90 minutos los migrantes son trasladados hasta Acandí o Capurganá, las ciudades más cercanas al Tapón del Darién.
En este punto existen varias rutas para cruzar la selva, las más baratas y usualmente peligrosas están alrededor de los 300 dólares y las más caras y seguras en $1.200.
Ruta de Acandí ($320): Esta toma alrededor de dos días y medio e incluye el cruce por ríos correntosos y montañas empinadas.
Ruta de Capurganá ($320): En esta ruta, los migrantes deberán caminar por alrededor de dos días y medio hasta salir de la selva.
Ruta de Carreto ($450): Aquí los migrantes deben caminar de dos a tres días hasta salir de la selva. A diferencia de la anterior en el trayecto hay menos ríos correntosos y montañas empinadas, lo que requiere menor esfuerzo físico.
Ruta de Caledonia ($1200): Para esta ruta, los migrantes deben ir a Capurganá, donde tomarán un bote para llegar a la Bahía de Caledonia, Panamá. Al llegar, a los migrantes se les facilitan carros o caballos para transitar así tienen cero interacciones con ríos correntosos o montañas.
Pago adicional:
Los migrantes no solo deben pagar algunas de las tarifas ya mencionadas, también deben estar preparados para desembolsar una cantidad de dinero a las comunidades y pandillas que dominan los territorios. En algunas ocasiones les brindan seguridad y en otras piden más dinero y atacan a los viajeros.
Otros riesgos:
Los desplazados pueden enfrentarse a delitos como extorsión y secuestro, debido a la presencia de grupos criminales en la frontera entre Colombia y Panamá.
En el territorio colombiano domina el Clan del Golfo, señalado por muchos medios como el autor de varios de los delitos mencionados.
En el lado panameño existen las pandillas, que emboscan y atacan a los migrantes.
Otra amenaza para las mujeres es la violación. En muchos casos coyotes o lugareños de la zona piden favores sexuales a cambio de seguridad o guiarlas en el cruce por selva.
Fuente: elpublicotv