Guy Juillet, Juan Luis Villarroel
Chile, desde hace algunas décadas ha representado la esperanza para muchas personas que deciden emigrar en busca de mejores oportunidades en otro país. A lo largo de los años, se han visto arribar oleadas de ciudadanos de diversas nacionalidades , entre los que se pueden mencionar los procedentes de Perú, Haití y en los últimos años Venezuela, siendo esta nacionalidad la que en la actualidad, posee la mayor cantidad de inmigrantes residiendo en Chile
A raíz de la situación social, política y económica de Venezuela, millones de habitantes de ese país buscan un nuevo destino para vivir. Y precisamente como un símbolo de solidaridad ante la precaria situación que vive Venezuela, en el año 2018 el presidente de Chile, Sebastián Piñera, estableció una visa especial de responsabilidad democrática de refugio para inmigrantes venezolanos. El anuncio se hizo promocionando que «Chile esperaba a los hermanos venezolanos con los brazos abiertos». Precisamente esta declaracion provocó que muchos emprendieran el viaje a Chile con la esperanza de ser bien recibidos.
En junio de 2019, Chile cambia su postura e implementa –con efecto inmediato- la exigencia de una visa consular de turismo provocando caos en las fronteras del país con personas que realizaron viajes de días sin saber que no les permitirían ingresar, Con centenares de personas acampando en las fronteras, clamando por refugio y ademas en algunos casos poder reunificarse con sus familiares, el Gobierno decide seguir adelante con esa política e ignora tanto a las personas, como a su normativa interna sobre asilo, la normativa internacional a la que ha suscrito y ratificado y la Nota de Orientación sobre Consideraciones de Protección Internacional para los Venezolanos del alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), de mayo 2019, que señala que la mayoría de las personas nacionales de Venezuela se encuentran necesitadas de protección internacional bajo el criterio contenido en la Declaración de Cartagena, por lo que hace un llamado a aplicarla (Gutiérrez, 2020).
Las políticas migratorias restrictivas que ya habían sido aplicadas para los ciudadanos haitianos, ahora también las están viviendo los venezolanos, pues el gobierno chileno para intentar disminuir el flujo de migrantes ha tomado algunas medidas que impiden la entrada libre a este país específicamente para esas nacionalidades. Es por ello que, muchos inmigrantes deciden escoger rutas más arriesgadas para poder llegar a Chile, ingresando por pasos no habilitados, intentando de esta forma ser aceptados por las autoridades del país. Este abrupto incremento de inmigrantes al país ha tenido que ver con las complicadas condiciones socioeconomicas que han enfrentado los ciudadanos venezolanos en los países vecinos como Bolivia Argentina y Perú producto de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 y su subsecuente inestabilidad económica, viendo en Chile una posibilidad de amparo. Del mismo modo ocurre con los venezolanos que habían logrado cierta estabilidad en Colombia hoy retornan caminando a su país en busca de refugio. Es de esta manera como Colchane se ha convertido desde finales del 2020 en uno de los destinos más frecuentados por inmigrantes de varias nacionalidades, pero en mayor medida provenientes de Venezuela.
Colchane, es un pueblo fronterizo con Bolivia, el cual según registros estadísticos del censo 2017 únicamente cuenta con un poco más de 1700 habitantes. Esta ciudad se encuentra situada en el altiplano dentro de la región de Tarapacá, ubicada a 3,702 metros de altitud. En 1979 pasó a denominarse Colchane, situándose a los pies de imponentes montes y volcanes como el Tata Sabaya o el Isluga. Fue creado con propósitos político-administrativos, establecer una población permanente y controlar la frontera chileno-boliviana. Actualmente es sede del municipio homónimo, con retén de carabineros, posta de primeros auxilios, escuela rural básica y aduana de control fronterizo (Gobierno Regional de Tarapacá).
Colchane, es además un pueblo en donde existen distintas influencias culturales y mezclas de grupos étnicos prehispánicos, un pueblo que hoy se caracteriza por por sus costumbres ancestrales únicas, el devoto apego a la tierra o Pachamama y la permanente preocupación hacia sus animales domesticados, llamas y alpacas, los que sacrifican sólo en ocasiones de especial significación. Pueblos típicos e iglesias que datan de la época hispánica, son obras de arquitectura que hasta hoy perduran y constituyen un testimonio cultural que han legado los antepasados de las comunidades que habitaron el Altiplano, son una población que suele vivir en calma y que posee costumbres muy arraigadas. Sin embargo, en los últimos meses su habitual tranquilidad se ha visto interrumpida por un flujo masivo de inmigrantes que ha llegado a la comuna.
Según registros de la PDI, en enero de este año ingresaron a la Región de Tarapacá 2.031 inmigrantes por fuera de las vías legales. En enero de 2020 fueron solo 63 personas. En un año la cifra se multiplicó por 32. Las autoridades aventuran explicaciones para el fenómeno: el gobierno lo atribuye al anuncio de una nueva Ley de Migraciones, que endurecería las condiciones de ingreso a Chile, y a una mayor coordinación con las autoridades de Perú, que reforzó la seguridad en esa frontera. Eso habría producido un incremento en la presión migratoria desde Bolivia. Un grupo de académicos que investiga este tema tiene otra explicación: la generación de expectativas que produjo el propio gobierno chileno entre los ciudadanos venezolanos con el anuncio de un ingreso ordenado al país para ayudarlos a escapar de la crisis social venezolana, y la posterior cancelación de esas medidas. A lo anterior se suma el cierre de fronteras producto de la pandemia del Covid-19 (Verdejo, 2021).
Si bien es cierto, la gran mayoría de estos inmigrantes han logrado entrar a Chile, existen infortunados casos de algunos de ellos que han muerto en el intento, ya sea por la altura del lugar -que condiciona un intenso frío nocturno, y el extremo calor del desierto- o incluso por hambre. Además, al llegar a Colchane, existe tal saturación de personas que las autoridades no dan abasto para derivar a todos a residencias sanitarias, por lo que los recién llegados deben estar varios días durmiendo a la intemperie (en plazas y a orilla de la carretera), pasando hambre y sin poder dar respuesta a sus necesidades de sobrevivencia básica. De igual forma, la población habitual de Colchane, ha sufrido robos, utilización de viviendas deshabitadas sin autorización, ademas de encontrarse desabastecidos por la gran demanda de alimentos al ver duplicada la población en medio de la crisis humanitaria.
Como respuesta de emergencia, el gobierno habilitó albergues y residencias sanitarias en Iquique para descongestionar la zona, luego modificó el decreto 265 para dar nuevas facultades a las fuerzas armadas, que comenzaron a participar en el control migratorio de las fronteras. El 10 de febrero, se realizo una expulsión masiva de 138 inmigrantes que entraron por pasos no habilitados al país, los cuales fueron devueltos en un avión de la Fuerza Aérea hacia Colombia y Venezuela, además Chile ha iniciado una campaña internacional para dar a conocer sus estrictos controles migratorios y ha solicitado a Perú y Ecuador y Bolivia, que endurezcan sus leyes y realicen controles más estrictos pues son los países por donde transitan los inmigrantes sobre todo Venezolanos.
Tal como se ha mencionado, el gobierno del Presidente Piñera ha aplicado mano dura en medio de la crisis humanitaria que existe en Colchane, lo que ha repercutido aún más en la dificultad particular que cada uno de los inmigrantes ha tenido que vivir para llegar a Chile, ya que como se conoce, al menos en el caso de los venezolanos, existe una gran cantidad de personas que han viajado en busca de refugio por las condiciones actuales de su país ademas de otras que buscan reunificarse con sus familiares que se encuentran en Chile. al respecto segun plantea Andrea Aguilar “ para organismos humanitarios en Chile la fórmula empleada por el ejecutivo para hacer frente a la crisis migratoria, que ya ha dejado dos inmigrantes muertos al tratar de cruzar la frontera, deja de lado los principios de solidaridad y acogida para quienes huyen de sus países en busca de un asilo y de mejor calidad de vida”
Con respecto a la expulsión realizada, hay quienes opinan que éstas son arbitrarias y que no se ha realizado una revisión pormenorizada de los casos, ya que como bien lo declaró el Ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado: “es la primera vez que en un solo día se hace una expulsión administrativa tan masiva” (Acevedo, 2021). Esta situación contraviene la normativa internacional respecto a la prohibición de expulsiones colectivas, en particular, el artículo 13 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 22.1 de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores migratorios y de sus familiares, que Chile ratificó en 2005. Por lo demás, tampoco se revisa la disposición del artículo 22.9 de la Convención Americana de Derechos Humanos, ni los estándares emanados del Sistema Interamericano de protección, que dicen relación al establecimiento de garantías del debido proceso ante procedimientos de expulsión, y la expresa prohibición de deportaciones sumarias y colectivas. Por lo anterior, se anuló la orden de expulsión de al menos cincuenta de las personas expulsadas, ya que se alegó que no se realizó el debido proceso, sin embargo, la gran mayoría ya se encuentra en Venezuela.
Autoridades del gobierno de Chile han defendido la política de deportaciones sumarias aduciendo que «el proceso se lleva a cabo siguiendo cada detalle de la legislación vigente, de los acuerdos internacionales y además se hace, en este caso, en concordancia con las autoridades de Venezuela; siguiendo los protocolos, indicaciones y recomendaciones de la ONU” tal como lo expreso el Ministro del interior Rodrigo Delgado agregando que «hay cerca de “una veintena de personas condenadas por diversos delitos y también migrantes que entraron de manera clandestina a Chile”. agregando que «hemos escuchado algunos mitos con respecto a que estas serían expulsiones ilegales, que no se ajustan a derecho, o que no respetarían tratados internacionales. Nada más lejano de la realidad”. Para reafirmar la postura gubernamental ante la masiva llegada de inmigrantes, el gobierno chileno realizo un video titulado «No te arriesgues» campaña que fue publicada en redes sociales utilizando mecanismos de georreferenciación, buscando llegar de manera enfocada a personas en las ciudades como Lima y Tacna, La Paz, Quito y Bogotá
Respecto de las deportaciones sumarias, la corte Suprema se ha pronunciado en contra de ellas, argumentando que se ha realizado «Un procedimiento contencioso administrativo insuficiente, que no le permite al ciudadano extranjero ejercer sus derechos», ademas considera argumentos validos como la necesidad de reunificación familiar, la no perseverancia o el desestimiento del Ministerio Público en las causas que inicia, y la situación pandemica que se manifiesta como una amenaza a la vida y salud individual de la totalidad de la población mundial, que no ha sido controlada, ademas se tiene presente las persecuciones políticas y dificultades económicas, más las carencias sanitarias que padecen en sus países de origen quienes ingresan irregularmente a Chile, las que son de público conocimiento y que incluso, como es sabido, han llevado a naciones, a autorizar, recientemente, visas temporarias a cientos de ciudadanos extranjeros que han acudido hasta sus respectivas fronteras, por lo que, «de mantenerse el decreto de expulsión del territorio nacional de un ciudadano extranjero bajo tales circunstancias, implicaría necesariamente una afectación de la integridad física, síquica y seguridad personal de los mismos».
En los últimos días la corte suprema además instó a las cortes de apelaciones para que dispongan de las medidas necesarias para reunirse en horas inhábiles ante la interposición y resolución de admisibilidad de recursos de amparos que requieran urgente atención, lo anterior debido a que el gobierno acostumbra a realizar las deportaciones los días domingo
Lo sucedido en Colchane, es una muestra de las precarias condiciones vividas por los inmigrantes cuando no ven otra opción, debiendo arriesgarse e ingresar por pasos no habilitados a un nuevo país. Lo que demostró la crisis humanitaria y migratoria que se vivió en esta ciudad, superando las previsiones de las autoridades, puso en evidencia la necesidad de refugio que tienen habitantes de otras naciones al llegar al país agudamente acuciados por las crisis en estados vecinos y esperanzados por el el lejano anuncio en el que se les invitaba a venir a Chile.
Fuente: hospitalvanburen
