Washington Benalcázar (I)
En el límite internacional entre Ecuador y Colombia se generan sentimientos encontrados. Mientras unos migrantes extranjeros ingresan a nuestro país con ilusión, otros se van decepcionados.
Un joven, que se identificó únicamente como Arturo, comenzó ayer, 12 de agosto del 2021, en Carchi un viaje a pie que tiene como meta llegar a Chile. No tiene dinero ni un plan de recorrido.
Solamente le mueve el sueño de llegar a un destino en donde pueda poner en práctica su profesión de carpintero y enviar dinero a su familia.
Lo acompaña un amigo, que asegura que llevan ‘mochileando’ 21 días, desde que salieron de Maracaibo, en Venezuela. A los dos aventureros los escolta un perro, que adoptaron en el camino, durante su travesía por Colombia.
Estos viajeros son parte de los 1 500 a 1 800 migrantes que ingresan a diario por el Carchi. La cifra corresponde a la Mesa de Movilidad de esta provincia.
Carchi es uno de los tres puntos de acceso a Ecuador desde Colombia. Las otras rutas están en San Lorenzo (Esmeraldas) y Lago Agrio (Sucumbíos), según datos del Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM), coordinado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Mundial para las Migraciones.
La GTRM también indica que en Ecuador había 451 093 venezolanos hasta el 5 de julio último. Y, que se prevé un aumento en el país de refugiados y migrantes de esa nación, debido al deterioro de la situación de Venezuela y el impacto de la pandemia del covid-19.
De acuerdo con las proyecciones del GTRM, hasta finales de este año la cifra de venezolanos en Ecuador ascenderá a 522 500. Y 90 000 estarán de paso a otras naciones.
Entre Ecuador y Perú hay tres pasos que son utilizados por los migrantes y personas que se dedican al contrabando. Estos se encuentran en Huaquillas (El Oro) y Zapotillo y Macará (Loja).
A pesar de que las fronteras están oficialmente cerradas, el paso de personas de un país a otro no se ha detenido.
Para ello se utilizan los pasos fronterizos clandestinos. En esos sitios se han detectado varios riesgos, explica Alexandra Moncada, directiva de CARE Ecuador.
Entre otros casos, asegura, hay extorsiones, para permitir el tránsito de los migrantes. “Las mujeres están expuestas a sufrir violencia sexual. También, hay el riesgo de que los extranjeros sean enrolados a la fuerza por grupos irregulares amados”.
Mientras Arturo y su compañero prueban suerte fuera de su país, otros de sus compatriotas están de regreso a su patria. Este es el caso de Alexander Rodríguez. Estuvo en Lima, Perú, durante dos años. Pero, se cansó de la falta de un empleo formal y la discriminación a la que lo sometían por ser extranjero, asegura.
Rodríguez, junto a su compatriota Freddy Castillo, cruzaron desde Aguas Verdes, en Perú, hasta Huaquillas. Utilizaron una de las trochas.
Tras 11 días de caminata y uno que otro desplazamiento en camiones que los llevaron gratuitamente, cruzaron Ibarra, en Imbabura. Lo hicieron el viernes último.
Ambos avanzaban rumbo al Carchi. Como la mayoría de viajeros llevan grandes maletas y mochilas con ropa y recuerdos para sus familiares. “Hemos pasado hambre y frío. Pero, estamos avanzando a casa”, comentan.
Estos viajeros han sobrevivido con el apoyo de personas solidarias e instituciones de cooperación internacional.
En Carchi operan 14 oenegés, que ofrecen ayuda a personas en condición de movilidad.
Pero, desde el mes anterior, la asistencia a los viajeros en la ciudad de Tulcán se puede realizar solamente fuera del perímetro urbano. Esa fue una resolución del Comité de Operaciones de Emergentes (COE) cantonal, para evitar que los migrantes ingresen masivamente a la ciudad y ocupen espacios públicos, como parques, para pernoctar.
Se trata de una medida para evitar las aglomeraciones de personas y riesgos de contagios de covid-19.
“Ahora laboramos mediante la atención móvil en la carretera Panamericana. No hay puntos fijos”. Así explica un delegado de la institución de asistencia humanitaria.
Los migrantes extranjeros reciben kit sanitarios, con jabón, papel higiénico, alcohol y mascarilla. También, tiquetes de USD 25 y 30 para que puedan canjear alimentos en determinados supermercados de las provincias por donde circulan, para llegar a su destino.
Fuente: elcomercio