Texto por:Juan Belleville
La Guardia Nacional mexicana ayudada por miembros del Instituto Nacional de Migración fue la encargada de impedir el camino a una caravana de personas migrantes. México continúa siendo el principal país que sirve de tapón a las grandes migraciones que tienen como objetivo llegar a Estados Unidos y que huyen de la violencia armada de sus lugares de origen.
La caravana de personas migrantes que había salido este sábado 28 de agosto de la ciudad mexicana de Tapachula, situada a unos 10 kilómetros de la frontera con Guatemala, fue bloqueada violentamente por el cuerpo de antidisturbios de la Guardia Nacional. Apenas ocho horas después su partida, la caravana, se vio frenada también por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) que ayudaron a la Guardia Nacional a impedir el acceso a la caravana, cuando llegaba a la ciudad de Huehuetán.
Es el grupo más grande de este año y cuenta alrededor de 600 personas. Alrededor de 200 personas habían logrado pasar el puesto de barricada para alcanzar la ciudad vecina de Huixtla, declaró el reverendo Heyman Vázquez, un cura que trabaja con personas migrantes. 40 personas fueron arrestadas en los enfrentamientos.
Las escenas de violencia se subieron a las redes rápidamente, y se pudieron ver a lo largo de la carretera Huehuetán hacía Huixtla enfrentamientos entre las fuerzas públicas militarizadas y personas migrantes, muchos eran acompañados o cargaban bebes.
En este video se puede observar a un agente del INM con ayuda de guardias nacionales, agarrar a una persona migrante y aplastarla en el piso, mientras que otro agente le patea la cara.
En otro video se ve cómo miembros de la Guardia Nacional usan sus escudos para violentar a una persona migrante que cargaba a un menor de edad.
Ni la Guardia Nacional ni el INM mencionaron la existencia de esos videos ni hicieron alusión en ninguna parte. Sin embargo, el INM declaró en un comunicado publicado el día siguiente que los agentes de la inmigración “asumieron una conducta inapropiada” y que reprobaba “cualquier acción que lesione los derechos humanos de personas en contexto de movilidad”. Según el mismo informe, todo degeneró después de que “una persona migrante empezara a golpear a un agente federal de migración.”
Por su parte, la sede mexicana de Amnistía Internacional condenó en Twitter la acción del Gobierno mexicano, llamando a “actuar con enfoque humanitario ante la llegada de personas migrantes.”
“Quédate en México”, un problema para el país
El Gobierno mexicano había insistido toda la semana sobre el hecho que había que mantener su política de confinamiento de las personas migrantes.
El secretario de Defensa, Luis Crescencio Sandoval, declaró a finales de esta semana, que el principal objetivo del despliegue militar, marítimo y de la Guardia Nacional era “detener toda la migración”, añadiendo que se había desplegado más de 14 mil militares y miembros de la Guardia Nacional en el sur de México.
Un anuncio que se hizo poco tiempo después de la decisión de la Corte Suprema estadounidense de retomar una vieja política migratoria en la era de Donald Trump, el controvertido Protocolo de Protección a Migrantes, conocido como “Quédate en México” o “Remain in Mexico”.
Abolido por Joe Biden al comienzo de su mandato, la decisión judicial votada por la mayoría de los conservadores que constituye la Corte Suprema avaló la idea de que cada persona migrante que pasara por México antes de llegar a Estados Unidos debería esperar del lado mexicano la aprobación o no de su demanda de asilo.
Tras este anuncio, miles de mexicanos se quedaron varados en campamentos en las diferentes ciudades en las frontera mexicano-estadounidense.
El flujo migratorio hacía Estados Unidos y Canadá aumentó de manera significativa desde 2018 en todo México, llegando a un punto nunca visto en 20 años. En julio 2021, Estados Unidos detuvo en su frontera a 212.672 personas migrantes.
Con AP, Reuters y EFE
Fuente: France24