Este contenido fue publicado el 05 abril 2021 – 15:3805 abril 2021 – 15:38
Sangzuala Hmar
Aizawl (India), 5 abr (EFE).- Al menos 3.500 birmanos han huido a la India en busca de refugio tras el golpe de Estado militar en Birmania (Myanmar) que desencadenó una ola de represión y violencia, estimaron este lunes a Efe varias organizaciones de acogida.
La India comparte 1.600 kilómetros con Birmania, y el número de llegadas ha ido creciendo desde el golpe de Estado del 1 de febrero, sobre todo al estado de Mizoram, donde la población mantiene fuertes vínculos étnicos e incluso familiares con sus vecinos birmanos.
“Aunque de momento no hay un recuento oficial, estimamos que la cifra supera los 3.000” refugiados llegados a Mizoram, afirmó el secretario del Comité de Refugiados Chin, MC Kin Lian.
Además el vecino estado de Manipur recibió también otros 500 refugiados birmanos, según datos previos a los que tuvo acceso Efe.
La Asociación de Jóvenes Mizo (YMA) estima que en solo 20 aldeas de la región Tuichang, en Mizoram, las llegadas superan los más de mil refugiados, que han sido acogidos en sus hogares por las comunidades locales, que se encuentran al límite.
“Hemos estado tratando de hacer un seguimiento de las llegadas, pero con la tensión en aumento en Kalemyo -poblado birmano del que proviene muchos de los refugiados-, es imposible seguirles la pista. Aunque no hay confirmación, la cifra podría haber pasado de los 3.000”, confirmó por su parte a Efe el presidente de la Organización Bienestar para los Mizo, Lalrosanga.
Los miembros de la comunidad mizo en Mizoram han venido ofreciendo asilo a los chin birmanos, con los que guardan estrechos vínculos desde épocas precoloniales, desoyendo las órdenes de Nueva Delhi.
El pasado 12 de marzo, el Ministerio de Interior indio informó a los estados nororientales fronterizos con Birmania –Mizoram, Nagaland, Manipur y Arunachal Pradesh– que tomasen las medidas necesarias para detener el paso ilegal de birmanos.
Nueva Delhi justifica su postura en que no forma parte de la Convención de los Refugiados de 1951, por lo que, aunque condena la violencia en Birmania y reclama la restauración de la democracia, no tiene la responsabilidad de abrir sus fronteras ni aceptar las peticiones de asilo.
MIEDO AL EXODO
Muchos de los birmanos llegados a Mizoram son policías y bomberos con sus familias, que aseguran haber huido tras desafiar las órdenes de la junta militar de disparar contra activistas en favor de la democracia, una violencia que ha dejado ya más de 550 víctimas.
“Tenemos informes de que cientos de personas han llegado a los distritos de Siaha y Lawngtlai, en el sur de Mizoram. Debido a que la mayoría de ellos temen a que el ejército de Myanmar los localice, han estado viviendo con sus familiares en silencio, lo que dificulta obtener datos precisos”, explicó MC Kin Lian.
El número de refugiados también ha ido en aumento en Aizawl, la capital de Mizoram, y las organizaciones civiles han pedido la colaboración de sus habitantes para identificar el total de personas en busca de refugio.
Pese a la acogida general de las comunidades fronterizas, sus habitantes temen un éxodo masivo de refugiados a medida que la situación en Birmania se deteriora, y no saben durante cuánto tiempo más podrán recibirlos sin apoyo gubernamental.
“Estamos dispuestos a compartir lo que tenemos, pero si vienen más refugiados, pronto llegará un día en el que no tendremos nada que compartir”, dijo a Efe Lalmuankima, presidente de la YMA en una aldea donde de momento acogen ya a 429 refugiados. EFE
Fuente: Swissinfo