Pese a lidiar con la inflación y la xenofobia, la comunidad de refugiados y migrantes de Venezuela contribuye al fisco con más US$ 30 millones anuales en naciones como Perú y Ecuador.
Más de 7,7 millones de venezolanos emigraron de su país en busca de protección y oportunidades. De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), alrededor de 6,5 millones fueron acogidos en países de América Latina y el Caribe.
Sin embargo, su masiva llegada alarmó a los residentes de cada país por la competencia y falta de gestión de los gobiernos, desencadenando xenofobia y violencia, tal y como indica un informe del Centro de Estudios Estratégicos del Ejército de Perú. En ese sentido, se recalca la importancia de las acciones políticas, sensibilización y los medios de comunicación, quienes deben asumir la responsabilidad de informar sin sensacionalismo y promover el proyecto intercultural.
Colombia, Perú, Estados Unidos, Ecuador y Chile son los cinco países con mayor número de emigrantes procedentes de Venezuela, según un reciente ranking de Statista.
Por su lado Colombia, que se ha convertido en el principal receptor de migrantes venezolanos, acoge actualmente a más de 2,8 millones de ciudadanos procedentes de ese país. De este total, 90% permanece en el sector informal (definido según la afiliación obligatoria a pensiones y seguros de salud), frente al 62% de los colombianos. En ese sentido, una investigación del Latin American and Caribbean Economic Association (LACEA) confirma que, efectivamente, algunos trabajos sufrieron efectos negativos de la migración venezolana sobre los salarios colombianos, pero otros no.
“La migración venezolana causó una disminución del 2% de los salarios colombianos a corto plazo, puesto que de acuerdo a la teoría económica y los datos de otros contextos indican que se recuperarán a medida que las empresas colombianas se adapten para absorber la nueva mano de obra. (…) Además, se considera que solo afecta a colombianos menos educados del sector informal, porque compiten más directamente con los migrantes” explica LACEA.
Por otro lado, y para dar más ejemplos, “el PIB de Colombia, Chile, Ecuador, y Perú —países que han recibido el 69% de los migrantes venezolanos— habría aumentado entre 1,5% y 2,5% relativo a un escenario sin migración entre 2016 y 2022. Y se espera que aumente entre 2,5% y 4,5% para 2030”, dijo Jaime Guajardo, autor de un informe del FMI al respecto del impacto económico en la economía regional.
En Perú, un análisis realizado por la Cámara Empresarial Venezolana Peruana (Cavenpe) en colaboración con Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS) revela que, a pesar de los desafíos generados por la pandemia, la comunidad de refugiados y migrantes venezolanos contribuyó al fisco con aproximadamente US$ 37 millones y representó un aporte equivalente al 0,02% del PIB en 2020.
Para 2023 esta cifra de acuerdo con investigadores de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), sería de US$ 35 millones, considerando los 1,5 millones de venezolanos migrantes.
Por otro lado en Chile, hace un mes el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, organizó un viaje a Caracas con el propósito de llegar a un acuerdo para que la Fuerza Aérea de Chile pueda realizar viajes al territorio venezolano con el fin de concretar expulsiones de venezolanos en calidad de ilegal en tierras chilenas. Aunque el vuelo de repatriación fue frustrado porque el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela no otorgó el permiso requerido para ingresar a su espacio aéreo, puso en evidencia que socialmente, en el país existe una percepción negativa respecto de estos ciudadanos y su vínculo con nuevas formas de delincuencia en Chile.
De forma paralela, la Cámara Venezolana de Comercio-Chile (CAVECOM) y la Cámara de Empresarios y Ejecutivos Venezolanos en el Exterior (CAVEX) presentaron el “Estudio de Impacto Económico de la Población Migrante Venezolana en Chile”, en el que el 79,6% de la población migrante venezolana se encuentra trabajando, lo que permitió una recaudación de impuestos fiscales de US$ 409,7 millones en 2022, equivalente al 1,03% de la recaudación fiscal total de dicho año.
“Se estima que este monto podría ascender a US$ 510,1 millones, si es que se regulariza a aquellos que participaron del proceso de empadronamiento en 2023”, indicó el economista David Licheri, director de Equilibrium SDC, la consultora que elaboró el reporte, con el auspicio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el apoyo de la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional.
En Ecuador, país que alberga algo más de 500.000 venezolanos migrantes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se refirió a un estudio de la fundación alemana Konrad Adenauer Stiftung, y de la Cámara Empresarial Venezolana Peruana, según la cual la migración venezolana tendría un impacto fiscal neto para la economía ecuatoriana de US$ 31,9 millones.
“Esta estimación considera la recaudación fiscal por ingresos y consumo de la población migrante venezolana, los aportes de la cooperación internacional y el costo fiscal que esta migración le representa al Estado ecuatoriano”, indicó la OIM.
El hecho de que el aporte al fisco en Ecuador de los venezolanos supere los US$ 30 millones es importante si se contrasta con que, y según el FMI, en promedio los trabajadores nacionales ganan un 30% más que los migrantes. En este sentido, cabe agregar que el salario promedio en la región es de US$ 425 según Statista.
Fuente: americaeconomia