Desde enero de este año la organización registra que la mayoría los inmigrantes que han asistido provienen de Cuba y Venezuela y los ucranianos representan el 5%. Y se preguntan por qué a estos últimos se les ha permitido entrar a Estados Unidos mientras otros permanecen en Tijuana por el Título 42.
El puerto de entrada de San Ysidro presenció el abrazo y el beso apresurado por los misiles rusos que caen en Ucrania.
Cristina es ucraniana, sus padres permanecen en el oeste del país atacado y su hermano se unió a la guerra y ella llegó cruzó ayer desde Tijuana.
Y fue recibida por su prometido estadounidense que vive en Carolina del Sur, después de traerla en avión desde Ucrania hasta México
Este fue su tercer intento para entrar a Estados Unidos en dos días.
Según Esther Valdés, abogada de inmigración CBP está ofreciendo a los ucranianos que llegan a la frontera de México con EEUU “permanecer en Estados Unidos por hasta un año o menos, o empezar un proceso de asilo”.
La experta en inmigración dice que pueden pedir un permiso humanitario de hasta un año de entrada en el cual pueden trabajar y vivir en Estados Unidos sin ser deportados.
El caso de Cristina es uno de esos casos tras recibir un permiso de estancia, conocido como parole, hasta marzo de 2023.
“Y la ley lo que dice es que no te pueden regresar si es tu gobierno el que te está persiguiendo o torturando. Los de Ucrania es el gobierno el que está en conflicto, si se quedan ellos van a ser perseguidos o torturados por el gobierno ruso”, agregó Valdés.
ACTIVISTAS DENUNCIAN TRATAMIENTO A MIGRANTES LATINOAMERICANOS
Durante un encuentro virtual de organizaciones de derechos civiles, activistas dijeron que veían injusto el tratamiento a los migrantes que huyen de la guerra en Ucrania, en comparación con los latinoamericanos, africanos y de otras nacionalidades que llevan dos años estancados en Tijuana por la vigencia del título 42.
“Lo novedoso aquí es cómo Estados Unidos responde a la llegada de nuevos migrantes dado que hay una guerra y si hay un trato distinto que han estado llegando de Centroamérica, de Haití. Aquí tiene que ser todo por igual”, dijo Pedro Ríos, del Comité de Amigos.
“No es cuestión de raza, es cuestión de legalidad. Si cualquier centroamericano, guatemalteco o de Haití, puede comprobar que vienen refugiándose de su gobierno por causa de su religión que los están persiguiendo, los quieren torturar por su opinión política, se les ampara. Pero si vienen a la frontera diciendo que vengo huyendo porque en mi país hubo un huracán, ese no es asilo”, defiende Valdés.
Fuente: Telemundo31