Trasladaban a migrantes entre las naciones latinoamericanas para luego embarcarlos hacia el país norteamericano. Lo hacía a través de rutas ilegales y con falsificación de documentos
Por Yalilé Loaiza
Un juzgado penal en Ipiales, municipio colombiano en el departamento de Nariño, emitió recientemente una orden judicial contra nueve presuntos cabecillas de una banda denominada “Sin Fronteras”. Los presuntos delincuentes operaban en el paso migratorio entre Ecuador y Colombia, en el Puente Internacional de Rumichaca además de otros pasos ilegales.
En un gran despliegue operativo se detuvo a los presuntos contrabandistas, trabajo en el que participaron la Embajada de Estados Unidos en Colombia a través de su Departamento de Migración, la Policía y el Ejército de Colombia. En el operativo se detuvo a nueve presuntos miembros de la banda. Los perpetradores están acusados de cometer delitos de asociación para delinquir y migración ilegal producida en los pasos legales e ilegales que comunican a Tulcán en Ecuador con Ipiales en Colombia.
Según la policía colombiana, tras el estallido de la pandemia, la amenaza de la migración ilegal aumentó. Estas organizaciones criminales estarían involucradas en el inusual incremento de visitantes a Colombia de ciudadanos procedentes principalmente de Haití, Cuba, Sierra Leona, Bangladesh, China, Siria e Irak, pero que se reúnen en Tulcán para llegar Colombia con rumbo a Panamá y los Estados Unidos.
Según las autoridades, desde mayo de 2020 el grupo delictivo organizó distintos circuitos de migración que arrancan en Carchi, municipio de la provincia de Tulcán en Ecuador, y que llegan a Necoclí, municipio en el departamento de Antioquia, y Acandí, municipio en el departamento del Chocó, con dirección a Panamá. De allí se dirigen a México hasta llegar a los Estados Unidos que es su destino final.
Las investigaciones revelaron que la organización ofrecía vivienda, transporte y emisión fraudulenta de pasaportes, servicios ilícitos valorados entre USD 250 y USD 300 dólares por inmigrante. Con estas tarifas, la organización conseguía ganancias de hasta USD 10.000 dólares por semana.
“Sin Fronteras” también utilizó agencias de viajes de fachada o de tapadera para organizar viajes en lancha a Acandí, en el departamento del Chocó, cobrando por el transporte marítimo entre USD 150 y USD 200, con exactamente la misma finalidad: conectarse con Panamá.
Durante el operativo conjunto entre las instituciones colombianas, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL y el Ejército Nacional colombiano, ejecutaron la orden judicial de aprehensión de los nueve cabecillas e incautaron material probatorio, entre estos constan ocho teléfonos celulares de los sospechosos.
Durante la audiencia de formulación de cargos, la Fiscalía colombiana imputó delitos a los procesados por su presunta responsabilidad en los crímenes de concierto para delinquir y tráfico ilegal de migrantes.
Los acusados son: Luis Alberto Rosero Zúñiga, también conocido como ‘Lucifer’, quien fue acusado de ser líder de la estructura criminal; Wilmer Andrés Rosero Melo, nombrado ‘Pin Pin’; Jhon Jairo Rosero Zamora, conocido como ‘El Mono’; Edgar Gabriel Trejo Romo, llamado ‘El Abuelo’; Edgar Albeiro Erazo Yama, llamado ‘El Zancudo’; Jorge Eduardo Gómez Pérez, llamado ‘El Tato;’ Marvin Jair Tulcán Chilangua, llamado ‘El Negro’; Jorge Eliécer Rueda Sánchez, ‘Chamizo’; y Gustavo Adolfo Ordoñez Alviz, también conocido como ‘Caleño’.
Hace dos semanas fueron detenidos en Tulcán, provincia del Ecuador, 16 integrantes de otro grupo criminal, entre venezolanos y ecuatorianos que operaban en los alrededores de las paradas de autobuses interprovinciales. Los detenidos están vinculados a una organización criminal denominada como “Tren de Aragua”, que opera en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Chile. Sin embargo, un juez penal del Carchi, en Ecuador, ordenó su libertad. El grupo, según informes policiales, tiene vínculos con organizaciones homólogas entre Tulcán e Ipiales.
El fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, respondió a las duras críticas que ha recibido la institución que encabeza en el trabajo conjunto con las otras instituciones para prevenir la migración ilegal. Barbosa los calificó como “delincuentes parapetados” detrás de los ataques.
Fuente: Infobae