‘Historias Solidarias’ en SEMANA ayuda a una migrante venezolana a acceder a un tratamiento médico para mejorar su calidad de vida.
Migración y salud
Según cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), para agosto de 2022 había un total de 6′805.209 venezolanos en todo el mundo. En Colombia, para la misma fecha, la población de migrantes venezolanos alcanzó 2′477.588, según Migración Colombia.
De esta cifra, solo un poco más de 333 mil personas pertenecían al grupo de migrantes regulares, es decir, que realizaron su migración conforme a las leyes de tránsito entre los dos países y por ello cuentan con los papeles de residencia necesarios. Las personas restantes se benefician del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV) o son migrantes irregulares.
En esta última categoría se encuentran al menos 295.000 personas y una de ellas es Mercy Misley Pérez. Su situación migratoria es preocupante, no solo por el limbo legal en el que se encuentran sino por la imposibilidad de acceder a tratamientos médicos en el país.
A pesar de que organizaciones como la OMS aseguren y luchen por defender que “los refugiados y emigrantes tienen los mismos derechos humanos universales y las mismas libertades fundamentales que otras personas”, muchas veces los marcos jurídicos independientes de cada país no permiten esto.
Por ejemplo, en Colombia es normal que se les niegue el tratamiento y el servicio de salud a los migrantes irregulares por falta de papeles y por no estar afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS). Legalmente, lo máximo a lo cual pueden acceder es a la atención médica en caso de urgencias. Cabe resaltar que incluso en estos casos, según la sentencia T-210/18, se deben cumplir unos requisitos mínimos antes de ser atendidos.
Debido a esto, muchas veces el principio de universalidad del servicio de salud no se cumple para los migrantes irregulares y menos en situaciones en las que el diagnóstico no es considerado como urgencia. Este es el caso de Mercy, a quien le había sido imposible encontrar tratamiento para sus venas várices hasta que recibió la ayuda de Historias Solidarias en SEMANA.
El donante de esta historia solidaria es el doctor cirujano vascular periférico Jorge Ulloa Domínguez, quien cuenta con una basta experiencia en tratamientos innovadores y no invasivos para enfermedades como las venas varices, además es el fundador del Instituto Vascular Jorge Ulloa Domínguez, ubicado en Bogotá. Este instituto se especializa en el tratamiento de para las venas várices, las úlceras y otras enfermedades linfáticas.
Si usted tiene una historia que contar, un problema que resolver o su empresa quiere ayudar a Historias Solidarias en SEMANA, puede escribir a historiassolidarias@semana.com
¿Qué es ‘Historias Solidarias’ en SEMANA?
Historias Solidarias en SEMANA es el nuevo espacio donde se hace posible lo que parece imposible, gracias a la creación de conexiones por parte de la periodista Natalia Henao. Además, en estos episodios semanales se podrán visibilizar las estrategias positivas de todos aquellos que quieren ayudar a construir país por medio de acciones altruistas, ya sean empresas o personas naturales.
Fuente: semana