En la última década, más de 1,6 millones de personas abandonaron Haití. El éxodo se agudizó tras el terremoto de 2010, que dejó al país en ruinas, provocó la muerte de más de 300.000 personas y desplazó internamente a cerca de 1,5 millones. Desde 2018 el país enfrenta una crisis sociopolítica y económica sin precedentes, lo que ha llevado a miles a emigrar. El sur y el centro de América representan la ruta de tránsito para los que buscan llegar hasta Estados Unidos.
Brasil es uno de los destinos predilectos de los haitianos en la región, pero aunque fue en principio el lugar donde se asentarían, se transformó después en un país de tránsito para muchos. La crisis, agravada por la pandemia de Covid-19, no les permite quedarse en Brasil, que acoge a unas 107.000 personas procedentes del país caribeño.
En el centro de Río de Janeiro, los voluntarios de la asociación Mawon distribuyen cestas de alimentos para migrantes en situación de precariedad. Robert es haitiano y fue uno de los primeros en llegar al país en 2010. Ahora ayuda a sus compatriotas desde la fundación.
“Muchos haitianos llegaron a Brasil pensando que estaban en Estados Unidos o en Europa, queriendo ganar en dólares, buscando buenos salarios. Pero un buen salario no existe aquí. Todavía hay muchos haitianos en Brasil, pero la mayoría se ha ido en busca de una vida mejor a otros lugares”, señala.
Loubens es otro haitiano que encontraron nuestras corresponsales en Río de Janeiro. Él vive con su familia y asegura que la situación económica no es buena y por eso no puede enviar remesas a su familia en Haití. “Cuando llegué aquí, 1 dólar valía 2,50 reales. Hoy precisamos de casi 6 reales para 1 dólar. Es muy difícil ayudar a tu familia en Haití cuando vives en Brasil. Tienes que elegir”, asegura Loubens. Amilose, su cuñada, quisiera retornar, pero la situación en la isla está cada vez peor.
Los que no quieren establecerse en Brasil, transitan por el país y luego emprenden el camino hacia el norte pasando por Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia hasta llegar a Centroamérica. De ahí la ruta los llevará hasta la frontera norte de México, donde esperan poder cruzar hacia Estados Unidos.
Por Honduras y ante los controles cada vez más estrictos en las fronteras, los migrantes deciden ingresar por otros puntos como la localidad de Trojes. Allí se concentran hasta 1.500 haitianos a la espera de que les permitan avanzar.
Datos del Instituto Nacional de Migración revelan que, del 100% de los migrantes que ingresan a su territorio en tránsito hacia el norte, un 45% son haitianos.
Fuente: France24