- Agustina Latourrette
“Allá hay bolsos botados, comida botada porque el aire, la tierra asfixia. Entonces lo que uno decide es renunciar a lo que uno trae”, dice Carolina, una inmigrante venezolana.
Pero ni las temperaturas extremas ni mucho menos la pandemia de covid-19 han detenido el flujo de migrantes.
Colchane es solo el punto de partida ya que muchos migrantes tienen como meta final llegar a Santiago. La segunda parada de su periplo es la ciudad de Iquique, de cerca de 200.000 habitantes, a 1.758 km de la capital.
Fuenet: BBC