Familia venezolana, ha enfrentado un viaje lleno de adversidades en su búsqueda por alcanzar los Estados Unidos
La familia venezolana, conformada por Ángel José (20 años), Milagros Mujica (35 años) y sus dos hijos de 6 y 2 años, vivió días de angustia y abuso por parte del personal del Instituto Nacional de Migración (INM) de México. Su travesía desde Chihuahua hacia los Estados Unidos fue interrumpida cuando fueron detenidos, trasladados durante seis días en un vehículo hasta Villahermosa, Tabasco, y amenazados con ser deportados.
La pareja, ahora en las calles de Tuxtla Gutiérrez, se ve obligada a vender paletas de dulce para financiar su viaje hacia Oaxaca y continuar su ruta hacia la Unión Americana. A pesar de las dificultades, la familia busca recaudar 8 mil pesos para el costo de los boletos de autobús, enfrentándose al desafío de que, mientras a los mexicanos locales el boleto cuesta entre 450 y 500 pesos, a los migrantes se los venden en dos mil pesos.Milagros Mujica comparte que dejaron su país hace cinco meses, caminando y durmiendo en plazas y banquetas. La situación se volvió más crítica cuando, detenidos por el INM, fueron trasladados a Villahermosa y forzados a firmar un documento comprometiéndose a abandonar México “voluntariamente”. Desde esa ciudad, caminaron hasta Tuxtla Gutiérrez.
Ángel José hizo un llamado a la sociedad para que les brinde ayuda: “Queremos reunir la plata para seguir el camino. Nos trataron como criminales, pero nuestro sueño es llegar a Estados Unidos”. También instó al personal del INM a respetar los derechos de los migrantes y a reflexionar sobre el trato inhumano que reciben durante su travesía.
Esta historia pone de manifiesto las dificultades y desafíos a los que se enfrentan los migrantes venezolanos en su búsqueda de una vida mejor, así como las preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos en el proceso migratorio.
Fuente: elheraldodechiapas