Los familiares de estos migrantes dicen que no han tenido contacto con ellos desde que llegaron el fin de semana y muchos esperan que Estados Unidos cambie sus políticas, para que sus seres queridos puedan quedarse.

“Estaba trabajando en Port-de-paix y las cosas empiezan a ser horribles. La gente no puede cuidar adecuadamente de sus hijos o de sus familias allí”, dijo Christine Noel, cuyo hermano era uno de los inmigrantes haitianos que llegaron a tierra este pasado fin de semana.

Noel dice que su hermano tiene cuatro hijos y ha vivido en Haití toda su vida.

Dice que recibe frecuentes amenazas de muerte y que han intentado llevarlo a EU, pero que no tenía ni idea de que iba a subir a ese barco.

“Debió de ser uno de esos “vale, aquí tienes una oportunidad”, dijo.

Noel estaba tan preocupada por la seguridad de su hermano que no reveló su nombre ni mostró ninguna foto suya.

Cuando la embarcación se atascó, más de 150 de los migrantes saltaron e intentaron nadar hasta la orilla y así es como Noel dice que supo que su hermano estaba vivo, al verlo en un vídeo que mostraba a algunos de los migrantes.

Noel espera que, en lugar de devolverlos a los peligros de los que huyen en Haití, el gobierno recapacite y les deje quedarse.

“Su mayor pregunta debería ser ‘cómo de grande es este monstruo que todos estos hombres no pueden combatir, que prefieren huir de él”, dijo Noel.

Los casi 200 migrantes que no intentaron nadar hasta la orilla fueron trasladados a un buque de la Guardia Costera de EU por seguridad y es probable que los más de 350 sean devueltos a Haití.

Fuente: local10.