Se han presentado varias protestas frente a embajadas en La Habana.
Después de que Nicaragua levantó en noviembre los requisitos de visa para los cubanos, muchos abandonaron todo, vendieron sus casas. Y tomaron un vuelo a Managua, con la esperanza de unirse a una “autopista migratoria” regional hacia el norte a través de América Central con rumbo a Estados Unidos. Nicaragua, un aliado regional cercano de Cuba, dijo que la medida fue pensada con la intención de promover el intercambio comercial, el turismo y las relaciones familiares humanitarias.
La migración de Cuba a Estados Unidos cada vez más latente
Pero al fervor inicial le siguió la frustración e incluso protestas inusuales frente a embajadas en La Habana a medida que surgían nuevos obstáculos en las últimas semanas. No obstante, el número de cubanos detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México se disparó a 16 mil 531 en febrero, la cifra mensual más alta registrada, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
Los precios de los boletos entre La Habana y Managua se cuadruplicaron a más de 3 mil dólares poco después de que Nicaragua abrió sus fronteras a los cubanos, una suma varias veces superior al salario promedio anual en la isla. En cambio, muchos han optado por rutas de varias paradas menos seguras. Pero los centros de viajes regionales como Colombia, Costa Rica y Panamá ahora requieren de visas adicionales para pasar por sus aeropuertos.
Darinel Pérez, un médico cubano de 31 años que habló con Reuters en Tapachula, México, cerca de la frontera con Estados Unidos. “Tuve que vender mi casa, todo lo que tenía”, contó antes de agregar: “Salir de Cuba fue muy difícil”. A pesar de los riesgos, incluidos asaltos, enfermedades y robos en la frontera, Pérez aseguró que los autobuses a través de Guatemala y Honduras estaban llenos de cubanos. “No hay vuelta atrás”.
Fuente: elintranews