“Los niños migrantes y refugiados sone especialmente vulnerables debido a su edad y su condición de desplazamiento por tanto tenemos la responsabilidad de garantizar sus derechos fundamentales”, dijo la viceministra de Asuntos Multilaterales de la Cancillería de Colombia, Elizabeth Taylor Jay, luego de la aprobación por aclamación.
El foro previo fue organizado por el centro de pensamiento Diálogo Interamericano, con sede en Washington, y tuvo como punto de partida los diferentes esfuerzos que los gobiernos, organismos internacionales y organizaciones regionales realizan en conjunto para proteger a los miles de menores que emprenden el camino migrante, ya sea acompañados o solos.
“Tenemos que ocuparnos de esos niños y niñas migrantes y refugiados en el continente americano hoy, tenemos que revisar los mecanismos efectivos de coordinación y cooperación hemisférica para que en conjunto podamos resguardar de la mejor manera sus derechos”, dijo la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet.
La exmandataria, quien fuera también alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la primera directora de ONU Mujeres, insistió en que “es esencial que hagamos todo lo posible para que los niños y niñas puedan tener sus derechos garantizados sin importar su país de origen”.
Un número sin precedentes de 43,3 millones de niños y niñas vivía en situación de desplazamiento forzado en el mundo a fines de 2022, muchos de ellos durante toda su infancia, según estimaciones de la Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La cantidad de niños y niñas refugiados y solicitantes de asilo alcanzó los 17,5 millones, una cifra también sin precedentes que ni siquiera incluye a los nuevos desplazados en 2023 por el conflicto en Sudán, entre otros, resaltó la organización.
Una Declaración para proteger la infancia migrante
La 53 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, que celebra este viernes su última jornada plenaria, deberá dejar aprobada la Declaración para la Protección e Integración de la Niñez y Adolescencia migrante y Refugiada en las Américas, cuyo proyecto ya fue discutido por el Consejo Permanente de la institución.
En seis puntos que se abren en varios incisos, el documento propone el fortalecimiento de medidas de cooperación regional para la migración segura, ordenada y regular de los menores, “con un enfoque de responsabilidad compartida, así como prevenir y mitigar las causas estructurales de la migración irregular”.
También establece que los derechos de los niños, niñas y adolescentes son inherentes a ellos, independientemente de su situación migratoria, reafirma el compromiso de “implementar y sistematizar las vías de migración regular y avanzar en la eliminación de “barreras legales o administrativas” que puedan impedir el disfrute de derechos.
Por último, reconoce “la importancia de implementar políticas que disminuyan el riesgo de apatridia” y de promover medidas para facilitar la integración social en los países de acogida.
“Esta declaración nos abre las puertas para poder compartir buenas prácticas, porque para nadie es ajeno que hemos estado casi que atendiendo esta situación de manera particular, de manera aislada”, indicó la viceministra de Asuntos Multilaterales de la Cancillería de Colombia, Taylor Jay.
Para Taylor Jay, la protección a la niñez migrante tiene que ser un esfuerzo “multilateral” con el “tema de la cooperación como un aspecto fundamental”.
“El 86 % de los migrantes (en la región) vienen de las Américas pero ya estamos teniendo migrantes por ejemplo de Asia y África que están llegando al continente”, advirtió Taylor Jay, quien afirmó que para abordar esta problemática será preciso “acordar nuevas políticas públicas y nuevos enfoques” más crucen fronteras.
La viceministra colombiana adelantó que este será un tema central en una cumbre sobre migración “que vamos a estar adelantando con México”, un “socio estratégico” junto a Chile para avanzar en esta agenda.
Estrategia integral
“Creemos que esta declaración realmente abre un espacio de oportunidad para que tengamos este diálogo regional”, subrayó Taylor Joy.
“No hay que desconocer que los fenómenos de movilidad humana tensionan a las comunidades de acogida, son caldo de cultivo para el populismo y eso es la antesala muchas veces de situaciones de de xenofobia que después escalan en violencia (…) por lo tanto, tienen que tener un abordaje integral”, apuntó el director de la División de DDHH de la Cancillería de Chile, Tomás Pascual.
Pascual se refirió además a la importancia de “plantearse la posibilidad de discutir elementos que como región permitan hacer un abordaje integral para atacar la criminalidad organizada.
Fuente:vozdeamerica