04 marzo 2021 – 15:37
Ginebra, 4 mar (EFE).- La situación humanitaria en Siria empeora al enfrentarse a la peor crisis económica desde que empezó el conflicto y a la pandemia, según informaron la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) al cumplirse diez años del inicio de la guerra.
“Mi preocupación es que la comunidad internacional termine viendo este conflicto como algo imposible de frenar”, dijo el presidente del CICR, Peter Maurer, en una rueda de prensa para conmemorar el inicio de un conflicto que ha provocado el desplazamiento interno de 6,5 millones de sirios, además de los más de cinco millones que huyeron del país y se convirtieron en refugiados.
Maurer pidió rehabilitar los servicios básicos para la población y ayudar a los sirios a reconstruir sus vidas, pese a que el conflicto continúa en algunas zonas.
El presidente de FICR, Francesco Rocca, agregó que se necesita un enfoque diferente por parte de la comunidad internacional, uno más humanitario.
“Las continuas hostilidades, la espiral de crisis económica, la crisis de refugiados que ha repercutido alrededor de todo el mundo y la pandemia de Covid-19 han empujado a la población siria a extremos inaceptables. Desde hace una década los sirios viven en agonía”, lamentó por su parte el presidente de la Media Luna Roja siria (SARC), Khaled Hboubati, en vídeoconferencia desde Damasco.
Más de 12 millones de sirios (el 60 % de la población) sufren inseguridad alimentaria y medio millón de ellos malnutrición debido a que los precios de la comida han subido un 236 % desde que comenzó la guerra.
En este contexto, trece millones de personas necesitan algún tipo de asistencia humanitaria, de las cuales ocho millones no pueden cubrir sus necesidades básicas y menos aún artículos de protección ante el coronavirus, como mascarillas o geles hidroalcohólicos, que son considerados un lujo inalcanzable.
El 90 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza, según la Cruz Roja.
Sus representantes describen una situación realmente grave en los hospitales ya que no hay ambulancias, ni respiradores, ni electricidad, lo que hace imposible almacenar sangre o la vacuna contra la covid-19, cuando llegue.
Además, 10.000 personas están buscando a sus seres queridos que siguen desaparecidos, asunto que supone una prioridad para el CICR.
“Creemos que la falta de información sobre los desaparecidos es uno de los obstáculos más importantes para conseguir la paz”, comentó Maurer.
“Siria es la operación más larga del CICR y la más complicada. La ayuda humanitaria ha sido bloqueada muchas veces y 65 voluntarios y trabajadores han muerto, además de todos los heridos y encarcelados”, concluyó. EFE
Fuente: swissinfo