Bailar para olvidar las penas. En un café de Ciudad de México llamado La Resistencia, un grupo de migrantes haitianos es acogido por una red de ciudadanos. Organizan desde fiestas hasta programas de ayuda para integrarlos en la sociedad.
La mayoría de los migrantes está de paso. Quieren llegar a Estados Unidos, aunque esto no les impide disfrutar de la cultura mexicana.
“Hay una comida que se llama tacos y a mí me gusta mucho, y las músicas de los mariachis”. Gerline Boyer, haitiana de 25 años, intenta rehacer su vida en México como centenares de compatriotas que no pudieron cumplir el sueño de llegar a Estados Unidos.
Su decisión de permanecer en México se afianza con anuncios como la reactivación este jueves de “Quédate en México”, un criticado programa mediante el cual los migrantes deben esperar indefinidamente en territorio mexicano la respuesta a sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.
Pero lejos de ser un final feliz, los migrantes que se encuentran en México enfrentan todo tipo de dificultades. Los mexicanos muestran su empatía.
“Que sientan que México los abraza y no que los rechaza, ellos necesitan un espacio donde sentir un hogar, ahorita no traen está sensación de hogar, la traen a cuestas, la traen en la mochila”, dice Trixia Lara, organizadora de los eventos en La Resistencia. Sin embargo, las manos amigas no son suficientes para afrontar esta avalancha migratoria.
Los albergues están colapsados, los hoteles baratos escasean y no hay oportunidades de trabajo para los que no tienen papeles. Muchos haitianos están a la espera de que Washington arroje alguna respuesta sobre sus solicitudes de asilo.
