La cifra de los que se expusieron a los riesgos de la selva representó un aumento de 2.000% comparada con la cantidad registrada en 2017, año en que solo 76 personas decidieron dejar el país por esta ruta migratoria
Más de 1.500 migrantes venezolanos cruzaron el Tapón del Darién, una riesgosa zona selvática ubicada entre Colombia y Panamá, entre enero y septiembre de 2021.
Betilde Muñoz –Pogossian, politóloga y directora de inclusión social de la Organización de los Estados Americanos (OEA) señaló que este número representa un aumento de 2.000% comparado con las cifras de 2017. Ese año se dio a conocer que solo 76 migrantes venezolanos cruzaron el Tapón del Darién, la ruta migratoria más peligrosa de América Latina.
“Así tendrá que ser la situación de estas personas que prefieren pasar por todos estos riesgos que quedarse donde están”, comentó en una entrevista para el programa Buenos días de VPI Tv.
La experta señaló que la migración es una constante en el continente. Sin embargo, recientemente se ha presentado un incremento importante en el número de persona migrando, con importantes cifras de migración intrarregional. “Por ejemplo, 6 millones de venezolanos se han visto forzados a desplazarse, de los cuales 80% se han asentado en países de América Latina”, expresó.
Muñoz –Pogossian explicó que en el trayecto migratorio los venezolanos se enfrentan a muchas vulnerabilidades y a la posibilidad de ser víctimas de la violencia. “Las mujeres se enfrentan a mucha violencia solo por el hecho de ser mujeres y hay puntos críticos donde están expuestos a una gama de riesgos. Por ejemplo, en el tapón del Darién hay violencia por guerrillas o crimen organizado. También hay redes de trata de las cuales sabemos que 70% son mujeres o niños», señaló.
Además, los migrantes se enfrentan a los riesgos naturales que existen en la zona como las alzadas del río por las lluvias. “Sabemos lo difícil que es hacer ese trayecto a pie en medio de una selva”, aseveró la politóloga.
Y concluyó: “El escenario es bastante preocupante, sabemos que son personas que no están protegidas desde el punto de vista humanitario. En el caso del Tapón del Darién, el gobierno de Panamá ha desplazado ayuda y centros de atención migratoria. Pero, lamentablemente, estas son personas que su meta es seguir caminando hacia Estados Unidos”.
