JAIME ZAMBRANO 26.03.2021/04:57
El fenómeno migratorio se mantiene en el ojo del huracán en la relación entre México y Estados Unidos en este 2021, año enmarcado por los efectos de la pandemia del covid-19 y el aumento de personas que buscan concretar el llamado sueño americano.
Durante la primera conferencia de prensa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la migración se colocó como uno de los temas más relevantes, ya que se trata de un fenómeno multifactorial que requiere de una atención integral.
El gobierno de Estados Unidos implementó una política de cierre de las fronteras a las personas indocumentadas; sin embargo, no las pudo deportar a México ante la falta de un acuerdo entre ambas naciones.
Fue el presidente norteamericano quien reveló que su administración está recibiendo a los menores migrantes no acompañados; sin embargo, en el caso de los adultos, no los recibirá, pero tampoco los pudo deportar a México, ante la falta de un acuerdo.
En el encuentro con medios de comunicación, Biden expresó que se están tomando medidas para que los menores sean tratados de forma adecuada y sacados de los centros de detención en la frontera que ya se encuentran abarrotados.
El presidente de Estados Unidos explicó que la mayoría de migrantes en la frontera con México son devueltos; sin embargo, a algunas familias se les permitió ingresar porque el país vecino del sur no los aceptó. Sin duda que el tema migratorio está presente hoy más que nunca en la relación entre México y Estados Unidos.
En medio de la contingencia del covid-19, los migrantes seguirán saliendo de sus lugares de origen con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida. Ante el aumento de los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos de forma indocumentada, Joe Biden intentó relativizar el fenómeno y argumentó que ocurre todos los años entre enero y marzo ante una reducción de las altas temperaturas en la frontera.
Las estadísticas norteamericanas revelan que la cantidad de los indocumentados sorprendidos en la frontera en este 2021 es mayor a la de años pasados y todo indica que seguirá en ascenso en medio de las necesidades de la población centroamericana y de otros puntos del planeta de encontrar mejores condiciones de vida. Con Donald Trump se comprobó que un muro no detiene a los migrantes, ante lo cual, se requieren políticas entre las naciones para atacar las causas que originan que la población quiera salir de sus lugares de origen.
Al mismo tiempo, urge que se ataquen las redes que trafican con personas, que utilizan a los migrantes como mercancías.
Jaime Zambrano
Fuente: milenio