El clima caluroso y puntos de revisión evitan el avance de caravanas de migrantes en México. (Foto ilustrativa: INM – Facebook)
Tras salir de la ciudad de Tapachula, fronteriza con Guatemala, y avanzar unos 40 kilómetros, los integrantes de una caravana migrante detuvieron su marcha y se entregaron a los agentes del Instituto Nacional de Migración de México (INM).
Los más de 200 indocumentados, en su mayoría cubanos y venezolanos, tenían como objetivo arribar a la Ciudad de México para exigir a las autoridades la distribución de visas humanitarias u otros documentos, que permitan el libre tránsito en el país azteca, con ruta hacia de Estados Unidos.
Medios locales informaron que los extranjeros arribaron al poblado de Huixtla, en el estado de Chiapas, con hambre, desgastados y con síntomas de deshidratación, por haber caminado esa distancia bajo una temperatura superior a los 36 grados, entre el viernes y sábado.
Los oficiales del INM entablaron un diálogo con los migrantes, quienes al final de las conversaciones aceptaron entregarse y subirse a las furgonetas de esta dependencia del gobierno mexicano.
El contingente fue el tercer grupo que se movilizó durante la última semana de abril y es el sexto en lo que va del actual año. Uno de las más grandes ocurrió a mediados del mes pasado, cuando 500 migrantes salieron de Tapachula nombrando su caravana como el “Viacrucis doloroso”.
El pasado 25 de abril, las autoridades mexicanas frenaron una caminata antes de que saliera de Tapachula, al prometer a sus integrantes la entrega de visas lo más pronto posible a cambio de que permanezcan en los albergues de esta ciudad.
Esa caravana estaba conformada por ciudadanos de Cuba, Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Egipto, Malí, Congo y Senegal.
Mientras que en el sur se evita la salida de caminantes, en estados del norte mexicano como Coahuila comenzó un operativo para bloquear el cruce de migrantes por el río Bravo y también se busca capturar a los traficantes de personas.
Agentes del ejército mexicano, Guardia Nacional y policías locales fueron desplegados para vigilar los 125 kilómetros de frontera que divide a dicho territorio mexicano y al estado de Texas.
“Este operativo se realizará de forma permanente con vigilancia terrestre y aérea en los límites de la franja fronteriza, como parte del acuerdo celebrado con el Gobernador de Texas, Greg Abbott”, dijo el gobernador mexicano, Miguel Ángel Riquelme Solís, a través de un comunicado.
Asimismo, comentó que en los primeros días de este plan se logró la captura de casi 100 “coyotes”, mientras movilizaban a personas de diferentes nacionalidades, algunas de ellas hacinadas en las cajas de tráileres con el peligro de morir asfixiadas.
Fuente: periodicocubano
