Imagen: Juan Luis Rod/Anadolu/picture alliance
Una enfermera suturó los labios de tres mujeres y seis hombres de El Salvador, Honduras y República Dominicana.
La caravana de miles de personas migrantes que se ha estacionado en Huixtla, Chiapas, al sur de México, realizó este jueves (02.11.2023) una manifestación pacífica, donde casi una decena de ellas se cosieron los labios como una medida de presión para pedir Fórmulas Migratorias Múltiples (FMM) al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Tres mujeres y seis hombres provenientes de El Salvador, Honduras y República Dominicana realizaron la protesta a manos de una enfermera de la organización Madre Tierra, quien se encargó de suturar los labios de cada una de las personas que forman parte de este éxodo de migrantes.
Rafael Cruz, migrante de Honduras, fue uno de los primeros que accedió a coser sus labios de manera voluntaria en forma de sacrificio por todos los miles de personas migrantes que viajan en esta caravana.
“Es para todos, no solo para mí, sino para que miren que en verdad necesitamos. Para ellos no es presión esto porque han visto cosas peores, más bien, sería no grato, pero para nosotros sí (es una medida de presión), (porque) hablamos y hablamos y nadie nos pone atención”, dijo Cruz. Este migrante era obrero metalúrgico en Honduras y su idea es poder quedarse en México, pero “con documentos”, porque sin ellos, explicó, “no puedes hacer nada”.
Otra de las migrantes que participó de manera voluntaria fue la salvadoreña Diana Vargas, quien lleva dos meses en México junto a su familia solicitando papeles, pero no ha podido obtenerlos. En El Salvador, comentó, tenía su negocio, pero le quitaron su patrimonio. Por ello, decidió abandonar el país junto a su familia, quienes han tenido que caminar unos 50 kilómetros desde Tapachula a Huixtla.
“Ha sido muy pesada la ruta migratoria, hemos caminado de cuatro a cinco horas, con llagas en los pies. Me estoy curando mis pies porque hemos descansado ayer y ahora, pero es una carrera trágica, por los niños”, lamentó Vargas.
La comunidad migrante animó a estas personas con gritos como “¡No, están solos, no están solos!” y “¡El pueblo unido jamás será vencido!”.
La organización Pueblos Sin Fronteras informó que permanecen en este lugar cerca de 8.000 personas migrantes, de las cuales la mitad son mujeres, niñas y niños. En Huixtla, los grupos improvisaron una pequeña ciudad cercana a la ribera del río, donde instalaron casas de campaña, mientras otras personas permanecen debajo de un domo, sobre las banquetas y cerca de comercios.
Fuente: dw