Con la previsión de que 2021 será el año de la mayor ola migración hacia Estados Unidos, el Gobierno de Joe Biden se enfrenta a una gran crisis humanitaria. La llegada de los demócratas a la Presidencia atrajo a miles de menores y familias completas a emigrar hacia el norte. Los menores se quedan en Estados Unidos, pero los que van con sus padres son regresados a México. Ante el tránsito y las expulsiones, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió cercar sus fronteras, atribuyendo la decisión a la pandemia.
Son 14.000 los menores que han atravesado solos la frontera entre México y Estados Unidos y que ahora se encuentran bajo custodia de las agencias gubernamentales estadounidenses. De estos, 9.562 permanecen bajo el cuidado del Departamento de Salud, mientras 4.500 son custodiados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Sin embargo, estos datos y la situación en la frontera sur no llevan al Gobierno Biden a calificar lo que sucede como una crisis. La Administración se defiende al decir que, en la actualidad, Estados Unidos no está expulsando a menores no acompañados, a diferencia de su antecesor. “Una crisis ocurre cuando una nación está dispuesta a arrancar a un niño de nueve años de las manos de sus padres y separar a esa familia para disuadir la migración en el futuro”, señaló Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional.
Lo cierto es que Estados Unidos no está deportando a niños que emigran solos, pero sí a los que llegan a territorio estadounidense junto a sus padres. Ahora las expulsiones son de familias completas y lo están haciendo bajo el Título 42, un estatuto creado bajo la Administración Trump que permite la deportación a México de las personas que representen un riesgo para la salud pública de Estados Unidos.
Nos pusieron en un avión y antes que nos diéramos cuenta, estábamos aquí en el puente con México
La práctica es una señal del endurecimiento del enfoque de Biden a la crisis humanitaria en la frontera. “No, solo fueron a sacarnos de madrugada y no nos dijeron nada. Luego dijeron que nos íbamos a otro lugar, a otra celda, porque había demasiada gente a donde estábamos. Entonces nos pusieron en un avión y antes que nos diéramos cuenta, estábamos aquí en el puente con México”, denuncia Manuel de Jesús Martínez, migrante hondureño.
Y mientras las expulsiones llevan nuevamente la crisis hacia México, el Gobierno de López Obrador anunció un “cerco sanitario” en sus fronteras norte y sur con Guatemala, para actividades no esenciales. Aunque el Gobierno atribuye su decisión a la pandemia, coincide con un aumento del flujo migratorio en tránsito por el país.
El éxodo se intensificó con la llegada de Biden al poder
Después de una caída drástica en el número de llegadas provocada por la pandemia en abril de 2020, la cifra de migrantes detenidos en la frontera sur de Estados Unidos no ha dejado de aumentar. Durante los meses de transición entre la Administración demócrata a la republicana, hubo un alza del 28 % en las detenciones.
El dato de los ingresos también aumentó y la llegada de los menores no acompañados incrementó un 61,4 % y la de las familias subió a un 163,9 %, según la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Fuente:France24