Los tratantes se aprovechan de la situación de vulnerabilidad económica, barreras de lenguaje, estatus migratorio irregular y ausencia de cuidadores, en el caso de niños, niñas y adolescentes
La pandemia ha agudizado la vulnerabilidad de los menores de edad y los migrantes a ser víctima del delito de trata de personas, alertaron este jueves varios expertos en un encuentro organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Los niños y niñas están en grave peligro de ser víctimas de trata a través de Internet. Ellos representan el 31 % del total de las víctimas que son captadas a través de los medios sociales y el 24 % de las víctimas captadas a través de anuncios clasificados”, afirmó Jéssica Bedoya, jefa de gabinete y asesora ejecutiva de la Presidencia del BID.
En su intervención en el “Segundo Diálogo Técnico de Trata de Personas”, que reunió de forma virtual a funcionarios y expertos de Colombia, EE.UU. Israel, México y la República Dominicana, entre otros, la funcionaria aseguró que cuando se habla de trata y migración, se sabe que los migrantes “constituyen un alto porcentaje de las víctimas” de ese delito identificadas en la mayoría de las regiones del mundo.
“Los tratantes se aprovechan de la situación de vulnerabilidad económica, barreras de lenguaje, estatus migratorio irregular y ausencia de cuidadores, en el caso de niños, niñas y adolescentes”, sostuvo Bedoya.
“Todo esto -agregó- se ha agudizado en el contexto de la covid-19”.
MENORES Y TECNOLOGÍA
El jefe de la sección de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés), Ilias Chatzis, llamó la atención de que “cada vez más niños” son objeto en la red oscura de trata sexual y expresó su preocupación por el efecto de la pandemia a raíz de las medidas de confinamiento.
Chatzis indicó que las tecnologías en línea “están pasando a ser parte de la vida cotidiana de los niños” y vaticinó que “será muy difícil para los padres poder monitorear totalmente el acceso que ellos tienen”.
“Ya no se trata, como en el pasado, -ilustró- de que se tiene una sola computadora en casa y que está en la sala y uno puede ver lo que (los niños) están haciendo. Ahora tienen teléfonos móviles”.
La responsable del área de prevención de la Dirección General de Investigación Cibernética y Operaciones Tecnológicas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México, Elizabeth Melchor, recomendó a los padres de familia, cuidadores y docentes mantener una “estrecha comunicación” con los menores y estar atentos a las conversaciones que mantienen o la información que comparten en las redes.
Y advirtió de que muchos padres o tutores a veces “no saben utilizar la tecnología”.
MIGRANTES, ENTRE LA PANDEMIA Y SU CONDICIÓN DE VULNERABILIDAD
Sobre la relación entre la migración y la trata de personas, el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, aludió en específico a la migración desde Venezuela, ya que en su país residen más 1,7 millones de venezolanos que huyen de la crisis.
“Todo este proceso de pandemia y adicionalmente la difícil situación que se vive en Venezuela ha generado un deterioro en las migraciones. Es decir, cuando nosotros miramos cómo era la migración hace ocho años, hace cinco años, hace cuatro, hace dos años y hoy en día, lo que encontramos es que la movilidad se ha enfatizado en personas en condición de vulnerabilidad”, afirmó.
“Una persona en condición de vulnerabilidad, una persona que está escapando de una realidad con su familia y que tiene que responder por alimentar a esa familia, es más propensa a caer en redes criminales”, agregó Espinosa, quien consideró un reto proteger a estas personas y aprovechar para ello la tecnología.
Por su parte, Águeda Marín, especialista regional sénior en asistencia y protección a migrantes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), enfatizó en la necesidad de que la lucha contra la trata no se concentre únicamente en las capitales, sino que abarque zonas fronterizas y rurales, y que tenga en cuenta a las comunidades indígenas.
Fuente: laestrella, Panamá