Un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene que un aumento del 1 % en la población migrante puede representar un incremento de hasta un 2 % del PIB per cápita en el largo plazo, y que tanto los migrantes altamente calificados como los poco calificados representan una inyección de productividad para las economías que integran a estos trabajadores a su fuerza laboral.
De acuerdo con el estudio, los migrantes poco calificados aportan a la economía anfitriona al suplir la demanda de trabajos esenciales que no son ocupados en su totalidad por la población nacional, mientras que los migrantes altamente calificados aportan talento y experiencia en aquellos sectores de la economía que al país anfitrión le interesa desarrollar o donde existen vacantes laborales por cubrir.
“Los migrantes representan una fuente de talento para las economías anfitrionas que en la actualidad ven la necesidad de atraer más y mejor talento humano. Los migrantes calificados traen habilidades ya desarrolladas que contribuyen a elevar el capital humano y la productividad de la fuerza laboral, lo que los convierte en un activo altamente aprovechable para cualquier país”, dijo Javier Echeverri, presidente de ManpowerGroup Colombia, compañía de servicios de capital humano.
En la actualidad, muchos países occidentales enfrentan una tendencia demográfica de pirámide invertida en la que la población envejece y la tasa de natalidad cae. Este fenómeno genera dificultades para garantizar y sostener en el tiempo el sistema de pensiones, el sistema educativo y de salud, los cuales necesitan de una fuerza laboral joven para financiarse.
Otros países también están avanzando políticas públicas y migratorias que buscan soluciones para fortalecer la fuerza laboral. En Francia, el gobierno de Emmanuel Macron propuso un proyecto de ley que llegará a la Asamblea Nacional a principios de 2023, y que busca otorgar permisos de residencia para que migrantes indocumentados que residen en Francia puedan ocupar puestos de trabajo en los sectores de agricultura, hotelería y construcción, que están desesperados por llenar vacantes laborales.
“Muchos migrantes no calificados llegan a los países anfitriones con una incuestionable disposición a trabajar, algo que, si se aprovecha de la forma correcta, puede representar una solución para las economías con necesidad de ampliar y potenciar su fuerza laboral, especialmente en las industrias con deficiencias de mano de obra”, afirmó Echeverri.
En Colombia, el Permiso por Protección Temporal (PPT), anunciado a comienzos de 2021, es un programa migratorio que permite regularizar a la población venezolana en Colombia, que es el país con mayor población migrante venezolana en el mundo.
Hasta la fecha, el programa ha abierto las puertas a 1.492.275 migrantes venezolanos que ya cuentan con una tarjeta de identificación nacional que les permite incorporarse a la fuerza laboral. Así, estos migrantes pueden contribuir activamente a aumentar el crecimiento, la productividad y la solvencia fiscal de la economía colombiana. La iniciativa de regularizar e integrar a la población migrante venezolana en Colombia constituye un esfuerzo que reportará beneficios para el país a largo plazo.
De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entre octubre de 2019 y septiembre de 2020 el desempleo acumulado para la población migrante venezolana que llevaba menos de un año en el país llegó al 21 por ciento, casi el doble que para un colombiano. En el caso de quienes llevan en Colombia cinco años, la tasa de desocupación llegó al 17,2 por ciento en 2020.
De acuerdo con un reporte de la Ocde, los inmigrantes que han sido integrados a la fuerza laboral tienen un impacto favorable para la economía anfitriona, y su empleabilidad es un factor determinante en su contribución fiscal, lo cual representa una enorme ganancia para la población nacional en aquellos países que cuentan con beneficios sociales. Es por esta razón que elevar la tasa de empleo en la población migrante supone un beneficio sustancial para la economía.
Así mismo, la Organización Internacional para los Migrantes estimó que en 2020 había 281 millones de migrantes en el mundo, 128 millones más que en 1990. Aquellos países que configuren programas eficaces y alineados con el interés nacional podrán atraer talento humano migrante para potenciar con éxito su crecimiento y productividad.
Fuente:semana