De acuerdo con Miguel Barriga, director territorial de la Secretaría de Integración Social, se estima que podrían estar llegando 250.000 migrantes venezolanos más a la capital, reto que demandará el desarrollo normativo del Estatuto, avanzar en la arquitectura institucional y asignar un presupuesto adecuado para la respuesta.
La ciudad se ha planteado consolidar un modelo itinerante e intersectorial distrital con agentes comunitarios de la población proveniente de flujos migratorios mixtos y promover 16 alianzas estratégicas para generar medios de vida y procesos de participación. El objetivo es beneficiar a más de 50.000 personas mediante estabilización e inclusión socioeconómica y cultural.
De hecho el Distrito fortaleció la atención a migrantes con la colaboración de la Acnur. Esta situación se presenta tras la avalancha de críticas que le llovieron a la alcaldesa Claudia López y a su Administración Distrital por una serie de comentarios frente a la incidencia de los migrantes venezolanos en la delincuencia y la inseguridad de Bogotá.
De hecho, delegados de la Secretaría Distrital de Integración Social se reunieron con la Agencia de la ONU para los refugiados para articular esfuerzos que representen un apoyo más consolidado en Bogotá para la población migrante venezolana. Esta reunión se dio en el marco del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes venezolanos expedido por el Gobierno nacional que se anticipa.
De ella hubo varios resultados. En una primera medida, de acuerdo con Julián Moreno, subsecretario de la Secretaría Distrital de Integración Social, la capital debe tener prioridad en la recepción de recursos y ayuda humanitaria al ser uno de los principales destinos de la población venezolana que abandona su país en medio de la crisis política.
“Integración Social asumió con total responsabilidad los retos de la pandemia dando respuesta a cada demanda y necesidad de la población venezolana, pero es perentorio que la inversión y ayuda internacional inicie primero en Bogotá porque se advierte que un mayor número de personas provenientes de ese país ingresen a la capital en los próximos meses”, indicó el funcionario, quien añadió que los asuntos de migración con impacto local y nacional deben asumirse con esfuerzos globales.
Atención
En medio de la pandemia se creó el proyecto de inversión y un servicio de atención a la población proveniente de flujos migratorios mixtos en Bogotá, que se puso en marcha desde junio de 2020 para fortalecer los servicios de la entidad y con el que se logró atender a 13.304 personas migrantes en la vigencia 2020. Adicionalmente, entre enero y febrero de este año se han atendido 1.906 personas.
Adicionalmente, la ayuda en materia de información, orientación y referenciación de los servicios sociales de la Secretaría de Integración Social y de las entidades del Distrito continuarán ejecutando acciones de alta prioridad como el apoyo alimentario; suministro de elementos de primera necesidad, servicios funerarios, acogida transitoria en casos de emergencia social verificada; asesoría psicosocial: prestación de primeros auxilios emocionales, acompañamiento en duelo migratorio y otras situaciones de crisis.
Así mismo, hay un enfoque especial a la atención en los niños y adolescentes de las familias migrantes. Ante este reto, la respuesta es fortalecer la Tropa de Rescate y los Centros Abrazar como instrumentos para combatir la mendicidad, la explotación infantil y la violencia intrafamiliar.
Por último, de acuerdo con Shoko Shimozawa, directora de la División de Emergencias, Seguridad y Abastecimiento de la Acnur, la regularización de la población venezolana es un “enorme reto” que le exige a Colombia hacer un énfasis especial en los recursos financieros necesarios para atenderlos.
Por su parte, Grainne Ohara, directora del Departamento de Protección Internacional de la Acnur, manifestó que la agencia dará las garantías necesarias para que Bogotá pueda “seguir liderando la excelente labor en favor de la población migrante venezolana”
Fuente: elnuevosiglo