Por:Julieth Riaño
En los últimos días, las zonas de frontera en Chile han sido escenario del rechazo a los extranjeros y, aunque la pandemia y una nueva ley migratoria más estricta han hecho que miles de migrantes salgan del país, a diario otros cientos ingresan al territorio. El Gobierno intenta dar respuesta a la situación, pero las medidas son insuficientes y causan debate. Durante los últimos diez años, Chile fue el destino de miles de personas que buscaban mejores oportunidades de vida.
Atraídos por su fuerte economía y la estabilidad política, miles de personas decidieron cruzar fronteras y aventurarse hacia Chile. En la nación hay casi 1.500.000 migrantes, lo que corresponde a un 7% de la población. Según datos del Servicio Jesuita a Migrantes, los venezolanos son los más numerosos, pero también residen peruanos, haitianos y colombianos.
La mayor cantidad de haitianos llegaron entre 2016 y 2017, cuando se les permitía ingresar como turistas sin visa y regularizar su situación si encontraban trabajo. La medida excedió las expectativas del Gobierno, por lo que optó por pedir visas consulares.
En 2021, comenzó a regir la nueva Ley de Migración y Extranjería, como respuesta a la llegada masiva de la última década, una norma mucho más estricta que promete además 1.500 deportaciones en 2021.
Durante los últimos meses, miles de haitianos decidieron emigrar nuevamente, esta vez desde Chile hacia el norte del continente. La falta de trabajo, que empeoró por la pandemia, y la nueva ley los llevaron a tomar la decisión. Según el Ministerio del Interior de Chile, si bien la salida de haitianos del país aumentó un 81% con respecto a 2020, la cantidad de migrantes en Chile sigue siendo alta.
Fuente: France24