El comunicado es publicado en el marco del Día Internacional contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia, que se celebra este 17 de mayo en conmemoración de la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud en 1990.
Los relatores advirtieron que “es probable que el número de personas LGBT en situación de desplazamiento forzoso aumente en los próximos años“.
Explicaron que las vulnerabilidades estructurales a las que se enfrentan las personas LGBT se ven intensificadas por su estatus como migrantes, solicitantes de asilo, refugiados o desplazados internos.
“Huyen de la persecución relacionada específicamente con su orientación sexual e identidad de género o con otros factores adicionales, como su etnia, nacionalidad, opiniones políticas, fe, o una combinación de ellas. Estas formas interseccionales de estigmatización social y exclusión institucionalizada privan a las personas LGBT de un acceso adecuado a la protección y a la justicia frente a los patrones de violencia que les obligaron a buscar refugio en primer lugar y que a menudo se reproducen en situaciones de desplazamiento”, denunciaron.
“Muchas personas LGBT en situación de desplazamiento forzoso que cruzan una frontera internacional llegan a países donde se enfrentan a riesgos similares o mayores de violencia, así como xenofobia, racismo, misoginia, discriminación por motivos de edad, marginación socioeconómica y aislamiento de redes de apoyo tradicionales“, añaden los expertos.
Estas personas LGBT desplazadas, en todas las etapas de su viaje, pueden ser especialmente vulnerables a la violencia, los abusos y la explotación.
“Los abusos contra las personas desplazadas LGBT pueden adoptar la forma de violencia de género, así como de exclusión de servicios esenciales, como el acceso a un refugio y una vivienda seguros y adecuados, y el acceso seguro a la distribución de alimentos y artículos no alimentarios esenciales, incluidos los productos de higiene, la atención médica, la atención de salud mental y los servicios psicosociales (incluidos, entre otros, los servicios de salud sexual y reproductiva y, en su caso, los servicios de rehabilitación para los supervivientes de la tortura), los servicios financieros y el apoyo a los medios de subsistencia”, reseñaron.
Además, manifestaron que la estigmatización crea condiciones peligrosas para que muchas personas LGBT revelen su orientación sexual e identidad de género a las autoridades al llegar a un país en el que buscan protección, sobre todo si no se les informa de que pueden solicitar un estatus protegido por estos motivos.
“Los refugiados, los solicitantes de asilo, los migrantes, los desplazados internos y las personas apátridas trans y de género diverso se encuentran entre las personas que corren más riesgo de sufrir abusos físicos y psicológicos, golpizas, violaciones, torturas y asesinatos, ya que su expresión de género visible se percibe a menudo como un desafío directo a las normas sociales dominantes en los países o zonas de origen, tránsito y destino“, alertaron.
Fuente: monitoreamos.