A los 4 años Atilana Piñón dejó su natal Colombia y se estableció junto a sus padres en Caracas, Venezuela. Desde entonces aprendió sobre dos conceptos que marcarían su vida profesional y personal: las remesas y la resiliencia. Vivió en Venezuela hasta los 29 años para luego venir a Chile -en 2017- a emprender y fundar la fintech Retorna para enviar dinero al extranjero.

“Siempre digo que soy una venezolana nacida en Colombia. Algo con lo que yo estaba muy familiarizada viviendo en Venezuela era con las remesas; mis papás mandaban remesas a Colombia todos los meses porque allá estaba mi familia por parte de mamá”, cuenta Piñón en conversación con Forbes.

Pero antes de pensar en fundar Retorna, Piñón ya había creado una app que permitía digitalizar el pago de estacionamientos en Venezuela. Y con esa propuesta concursó para participar en un programa de Start-Up Chile, y logró ser seleccionada. Esta fue la razón principal para mudarse a Chile.

A esta compañía, sin embargo, no le terminó de ir bien y decidió enfocarse en algo que le llamó la atención desde su llegada al país. “Cuando yo me mudo a Chile en el 2017, lo primero que hice fue preguntarle a amigos ‘oye ¿cómo haces tú para mandar plata a Venezuela?’ yo tenía mi familia allá y necesitaba hacerlo. Busqué en Google ‘remesas’ y no había algo como que fuese serio. Mi mejor amigo en ese entonces me manda un contacto de whatsapp y me dice ‘dale con esta persona, no te pongas a inventar que él es seguro’”.

“Empiezo a hablar con esa persona, veo que la tasa de cambio es una locura y dije ‘no, esto es demasiado costoso ¿qué pasa si esta persona me bloquea del whatsapp? Estoy haciendo una transferencia y se puede quedar con la plata y me bloquea y me asusté. Ahí no hice nada pero me quedo esa semillita: ‘Hay que cambiar esto y lo voy a hacer yo’”, añade la ingeniera industrial y emprendedora.

Así nació Retorna, en diciembre de 2019 y lanzada simultáneamente en Chile y Colombia. Hoy también está en Perú y a punto de iniciar operaciones en España e Inglaterra, país al que se mudará Piñón este 2024. Desde 2020 han hecho más de 2 millones de transacciones y tienen alrededor de 15.000 clientes recurrentes. Actualmente, la empresa genera ganancias anuales de 1,5 millones de dólares.

“La pandemia fue una súper oportunidad para Retorna, a pesar de que nadie quería que pasara. Me terminé mudando muchísimo. Viví en Colombia, España, Inglaterra y cada vez que me he movido, he tenido nuevos problemas como migrante en el tema financiero. Además de enviar dinero, está el tema de los créditos, de acceder a una cuenta bancaria, todo lo cuesta arriba que la tenemos los migrantes en esto. En Inglaterra tuve que pagar una membresía a una empresa para que me permitiera construir historial crediticio y una amiga brasilera -que tiene 7 años en Chile- todavía tiene cuenta Rut y no ha podido abrirse otra porque, a pesar de tener los papeles, trabaja independiente y no tiene un contrato formal“, dice.

Por ello, Retorna tiene una ronda abierta de inversión por 700.000 dólares para, justamente, abrir nuevas verticales de negocio, como obtener créditos de forma segura y que el estatus migratorio o, simplemente la condición de ser migrante no afecte en poder lograrlo.

¿CÓMO FUNCIONA?

Lo primero es descargar la aplicación, crear una cuenta y luego pasar por un proceso de verificación de identidad. Esto es algo que Piñón destaca como uno de los primeros diferenciales con otras apps de remesas: dependiendo del país donde se esté registrado, hay ciertos requisitos de documentos, por ejemplo, un usuario en Chile se puede registrar con un Rut o con un número de pasaporte. En Colombia lo puede hacer con cédula de nacionales y extranjeros, pasaporte o un permiso residencial de permanencia. Y en Perú se está en un proceso para poder verificar con cédula venezolana.

“El tema de los documentos es importante porque puede ser la mayor restricción en otras apps para poder enviar dinero”, indica Piñón.

Tras verificar su identidad, el usuario puede hacer su remesa. Se puede enviar una cantidad mínima como 1.000 pesos chilenos y Retorna asegura que la entrega es de forma inmediata. Ese es el segundo diferencial. “Si tú intentas enviar dinero con otra plataforma, ellos prometen enviarlo dentro de 24 horas, pero para los migrantes que necesitan enviar dinero a un país como Venezuela, en ese tiempo el dinero vale menos y no coincide con la cuenta; por eso nos enfocamos en hacer muchas alianzas con instituciones financieras para poder entregar el dinero de forma inmediata”, señala la emprendedora.

“Tenemos nuestras políticas de prevención de delitos y financiación al terrorismo, todo parte de la verificación de identidad. Una vez el usuario es verificado (a través de documentos y listas globales a las que tiene acceso la app mediante un proveedor que las comparte vía API) puede empezar a hacer transacciones. Luego tenemos políticas de riesgos según los patrones transaccionales de los usuarios. Si algún usuario pasa los umbrales de riesgo debemos pedir informacion adicional”, asegura la fundadora.

El cliente cotiza el envío y tiene diferentes opciones de pago en Chile: cuenta bancaria y transferencia, MACH, con efectivo en las cajas vecinas luego de recibir un código en la app. Y en Venezuela incluso tendrán la opción el próximo año de recibir el dinero en dólares, con una comisión es entre 3% y 4%, sumando el impuesto adicional que impone el gobierno.

Retorna está conformado por un equipo de 34 personas en ocho países: Argentina, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, México, España e Inglaterra. En ninguno de los países en los que opera tienen oficinas físicas y “nos gustaría mantener el trabajo remoto como una filosofía”, dice Piñón.

MUJER MIGRANTE Y FUNDADORA DE UNA FINTECH: UN NICHO DENTRO DE UN NICHO

La parte más difícil para esta fundadora es que la gente crea en ella. “Siento que soy parte de un nicho dentro de un nicho, ser migrante y ser mujer. Me siento con un banco con esas condiciones y es como una mujer y migrante me va a venir a decir a mi cómo hacer las cosas”, cuenta.

Sin embargo, nunca ha pensado en tirar la toalla o rendirse. La resiliencia de ser migrante desde muy niña. Lo sabe. “Cuando uno tiene que levantar capital hay que prepararse mentalmente para recibir 90 no por cada sí, y ese número te hace dudar, incluso, de si estás haciendo lo correcto. Mi cofundador me recuerda el por qué si. Y tengo un espíritu guerrero de ‘no les voy a dar el gusto’”.

El foco de Retorna es crecer. Llegar a la mayor cantidad de migrantes posibles y poder ofrecer los servicios financieros que necesitan para sentirse como en casa “porque el país al que llegaron es su nueva casa y tienen que ser tratados como tal. Es abrirle la puerta a ellos a que puedan alcanzar el éxito que quieran sin tener los problemas de acceso financiero que tienen el día de hoy. Me veo en Retorna en los próximos 5 años como la líder financiera para migrantes en toda Latinoamérica”, proyecta como su gran meta ambiciosa.

Fuente: forbes.cl