La escasez de lluvias, los altos precios de los alimentos y las enormes carencias económicas dejan a casi el 40% de los somalíes al borde de la hambruna. De los 1500 millones de dólares presupuestados en respuesta humanitaria por la ONU para 2022 sólo se han recibido un 4,4%. El último periodo de hambruna en la nación africana se vivió en 2011 y fallecieron unas 250.000 personas
Seis millones de somalíes, cerca del 40% de la población, se enfrentan en estos momentos a una situación de inseguridad alimentaria extrema con probables focos de hambruna en seis zonas del país, advirtieron este martes cuatro organismos* de la ONU.
Todos ellos pidieron una inyección inmediata de fondos para ampliar la entrega de ayuda humanitaria e indicaron que desde principios de año se ha doblado el número de personas que se enfrentan a niveles extremos de inseguridad alimentaria aguda debido a la sequía y a las dificultades que ocasiona esta situación.
Este rápido deterioro de la situación humanitaria coincide con una coyuntura en la que millones de somalíes han agotado su capacidad para hacer frente a la crisis. Además, la escasez de fondos para las tareas de auxilio implica que los trabajadores humanitarios no podrán cubrir las necesidades del creciente número de personas que se enfrentan a la emergencia.
Hasta el pasado mes de febrero, las agencias humanitarias asistían conjuntamente a cerca de dos millones de personas, pero una drástica caída de las contribuciones efectuadas por los donantes internacionales impide conservar y ampliar la ayuda humanitaria y satisfacer las crecientes necesidades de auxilio.
“Quiero subrayar que no es demasiado tarde. Los fondos que se reciban hoy todavía pueden evitar lo peor, pero tienen que ser de amplio alcance y llegar muy pronto”, aseguró Etienne Peterschmitt, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en Somalia.
De no solucionarse urgentemente esta escasez de fondos, los organismos avisan que la situación empeorará y que se producirá un grave riesgo de hambruna generalizada.
La última vez que Somalia se encontró en una situación similar fue en 2011 cuando la hambruna se cobró unas 250.000 víctimas.
Los niños, las primeras víctimas
A medida que se agrava la sequía, los niños menores de cinco años son las personas más vulnerables, ya que el acceso a los alimentos y a la leche es muy escasa debido al aumento de los precios de los productos básicos y a las pérdidas de ganado.
Cerca de 1,4 millones de niños se enfrentan a una posible situación de desnutrición aguda hasta finales de este año, y alrededor de una cuarta parte, es decir unos 330.000, se enfrentan a un problema de desnutrición aguda grave.
“Si no se cubre el déficit de financiación, las tasas de desnutrición seguirán aumentando, y los niños podrían sufrir una situación de malnutrición grave y sufrir enfermedades evitables. La pérdida de niños por inanición sería una derrota para la humanidad”, dijo Angela Kearney, representante de UNICEF en Somalia.
Dar de comer menos a los hambrientos para alimentar a los más necesitados
La respuesta a las consecuencias provocadas por la sequía sufre una importante falta de fondos. De los 1500 millones de dólares presupuestados en el Plan de Respuesta Humanitaria de 2022 sólo se han recibido un 4,4%. Cabe destacar que la obtención de fondos para Somalia compite con otras emergencias mundiales.
La incapacidad de los organismos, fondos y programas de la ONU para cubrir las crecientes necesidades humanitarias implica priorizar y tomar la difícil decisión de quién recibe ayuda y quién no.
“Estamos literalmente a punto de empezar a quitarle la comida a los hambrientos para alimentar a los famélicos”, dijo el representante del Programa Mundial de Alimentos en Somalia, El-Khidir Daloum.
“Nos vemos obligados a establecer prioridades entre nuestros limitados recursos y (esta situación) no podría llegar en peor momento, ya que estamos en vísperas de una catástrofe humanitaria en Somalia. Este es un año de necesidades humanitarias y hambre sin precedentes, pero imploro al mundo que no dé la espalda a Somalia ni espere hasta que sea demasiado tarde. Hay millones de vidas en juego”.
*Se trata de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y el Programa Mundial de Alimentos.
Fuente: news.un.org